Impopularidad de Hollande pone en duda su continuidad
El nivel de confianza del mandatario francés llega apenas al 13 por ciento.
El libro de su ex pareja y un nuevo escándalo en el gobierno contribuyen al panorama.
Difíciles momentos atraviesa el mandatario galo con la caída de su popularidad en miras a un eventual intento de reelección en 2017.
El aumento de la impopularidad del presidente francés, François Hollande, unido al libro de su ex pareja y a un nuevo escándalo fiscal de un miembro del Gobierno, han reabierto el debate sobre su continuidad en el cargo.
Un sondeo difundido este viernes por el diario Le Figaro, realizado los pasados 3 y 4 de septiembre, cuando ya se había filtrado la publicación de la obra de Valérie Trierweiler, revela que si una segunda ronda de las elecciones tuviera lugar este domingo y lo enfrentara a la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), Jean Marie Le Pen, Hollande resultaría perdedor.
Le Pen lograría el 56 por ciento de los votos en las hipotéticas presidenciales frente al 46 por ciento de Hollande, pero se quedaría en segundo puesto si su rival fuera el ex presidente Nicolas Sarkozy, el ex primer ministro conservador François Fillon o el ex titular de Exteriores Alain Juppé.
Se trata de la primera vez, según destaca el instituto demoscópico Ifop, que el presidente del FN adelanta a Hollande, reflejo, en opinión de su director de Opinión y Estrategias, Jérôme Fourquet, de la "extrema fragilidad" del actual jefe del Estado.
En una primera ronda electoral, significativo es también que Le Pen se colocaría en cabeza por delante de cualquier otro candidato, con un apoyo del 28 por ciento, frente a los porcentajes del 25 de Sarkozy y del 16 al 17 de Hollande.
"No cuestiono la legitimidad del presidente, pero ya no cuenta con la confianza del pueblo" y debe sacar conclusiones, demandó Le Pen en una entrevista concedida a Le Monde, en la que estimó que la cuarta remodelación gubernamental, que data del 26 de agosto, es "su último cartucho".
Nivel de confianza en "mínimos históricos"
Más crítico se mostró Fillon, que pretende erigirse en jefe de la oposición y afirmó a la emisora Europe 1 que el estado actual del país requiere "un cambio radical" y que la convocatoria de elecciones "es la única solución" en momentos de bloqueo.
El que fuera primer ministro durante toda la presidencia de Sarkozy (2007-2012) cuestionó que Hollande pueda recuperar el respaldo popular que hace falta para llevar a cabo las reformas que necesita el país.
Era una alusión a otra encuesta publicada también hoy por Le Figaro, según la cual el nivel de confianza de los franceses en el jefe del Estado, que está en mínimos históricos desde comienzos de 2013, volvió a empeorar con la última remodelación gubernamental.
Sólo un 13 por ciento de los interrogados por el instituto TNS Sofres entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre creía que Hollande está capacitado para resolver los problemas del país, cinco puntos menos que en julio, cuando ya estaba lejos de los mínimos de los dos presidentes precedentes, Sarkozy (39 por ciento) y Jacques Chirac (36 por ciento).
Este sondeo se hizo antes de que esta semana se tuviera noticia del libro de Trierweiler, en el que la periodista cuenta su versión de la relación y la ruptura con Hollande, y ataca su imagen pública desvelando su supuesta hipocresía, su cambio tras la llegada al poder y su obsesión con los sondeos.
Una de las expresiones que más repercusión ha recibido es aquélla en que la mujer asegura que el presidente se refería a los pobres como "los sin dientes", que ya se ha criticado de forma viral en las redes sociales y ha fomentado la creación de un grupo que tiene previsto manifestarse en esta jornada delante del Elíseo, sede de la Presidencia.