Chile desembarca fuerte en San Sebastián en plena explosión cinematográfica

El cine chileno ha desembarcado con fuerza en San Sebastián, con una batería de títulos que van desde "La voz en off", de Cristian Jiménez, en sección oficial, a "Matar a un hombre", inusual thriller de Alejandro Fernández Almendras que llega con el aval del Festival de Sundance.

Los éxitos cosechados en festivales internacionales empiezan a notarse dentro del país, donde este año se alcanzará la cifra récord de 45 estrenos, casi el doble del año pasado, según indicó a Efe Constanza Arena, directora de CinemaChile, la agencia de promoción de la cinematografía del país andino.

"Desde el año 2009 se exporta más cine chileno. Ahora el reto está siendo conquistar para Chile los mismos logros, teniendo en cuenta que es un público poco habituado a ver películas que no sean de Hollywood", señaló Arena, que ha venido a España con una delegación de más de 30 directores, productores y actores chilenos. 

Hitos recientes como la candidatura de "No", de Pablo Larraín, a los Oscar en 2012 -la primera nominación de una película chilena-, o el éxito el año pasado de "Gloria", de Sebastián Lelio, que triunfó en la Berlinale y en los Premios Platino y se distribuyó en más de 60 países, han contribuido a este momento dulce, según Arena.

En San Sebastián también se han logrado premios: Fernando Guzzoni obtuvo el galardón en 2012 de la sección Nuevos Directores con "Carne de perro", y "Taxi para tres", de Orlando Lübbert, se alzó en 2001 con la Concha de Oro del certamen.

Este año hay posibilidades de que se repita el logro. Cristian Jiménez opta a la máxima distinción del festival con "La voz en off", un drama familiar sobre verdades incómodas que entrelaza historias de varios personajes en torno a Sofía (Ingrid Isensee), madre de dos hijos a quien de un tiempo a esta parte todo le sale mal.

"El cine chileno como industria no existe"

Pero también en otras secciones hay piezas insólitas, como "Matar a un hombre", de Alejandro Fernández Almendras, la cinta chilena seleccionada este año para los Goya y que representará a Chile en los Óscar.

Ganadora del premio a la mejor película extranjera en el Festival de Sundance e inspirada en un caso real, la película cuenta la historia de un hombre que, ante el acoso que sufre su familia y la ineficacia de las autoridades, decide tomarse la justicia por su mano.

Fernández Almendras, ex periodista y crítico, propone una lectura distinta del thriller al huir de la justificación de la violencia como recurso que repara el daño.

"Nuestra propia narrativa suele llevarnos a justificar la violencia a través de la empatía con la angustia y la desesperación que pueda sentir un personaje. Pero lo que esta película propone es que la venganza no trae ningún tipo de alivio ni de retribución, ni al personaje ni al espectador", explica a Efe el director.

Sobre el estado de la industria cinematográfica en Chile, el director de "Huacho" (2009) y "Sentados frente al fuego" (2011) cree que más que de industria, habría que hablar de artesanía.

"El cine chileno como industria no existe, no es una fábrica de coches, es un taller de bicicletas", resume. "Lo bueno de que no haya una producción estandarizada es que puedes encontrar propuestas muy diferentes", asegura.

En su opinión, directores como Pablo Larraín, Andrés Wood o Sebastián Lelio podrían ubicarse en un "ámbito semiindustrial". El resto, "lo que hacemos son bicicletas en el taller", dice.

Para la actriz chilena Manuela Martelli, que presenta en San Sebastián "Dos disparos", de Martín Rejtman, una coproducción entre Argentina y Chile, éste es "muy buen momento" para la cinematografía chilena.

"En diez años se han cuadruplicado las cifras de producción y las películas están teniendo mucha llegada internacional. Es algo que ha ido 'in crescendo'. Yo empecé a actuar hace 10 años y era mucho más difícil llegar a otros públicos, ahora hay más atención", opina.

Tras haber participado en algunos de esos éxitos recientes del cine chileno como "Machuca" o "Il futuro", Martelli está preparando ahora su debut como guionista y directora, una película en fase aún muy inicial de la que adelanta que transcurrirá en los años setenta y la protagonizará una mujer de 49 años.

Otras películas chilenas que pasan estos días por San Sebastián son "La madre del cordero", de Enrique Farías y Rosario Espinoza, que compite en Nuevos Directores, y "La mujer de barro", de Sergio Castro, en Cine en Construcción.