Opus Dei celebró beatificación de Álvaro del Portillo
Niño chileno fue protagonista para lograr el tercer paso hacia la santidad.
El prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, celebró una misa de acción de gracias por la beatificación de su antecesor, Álvaro del Portillo, y dedicó una oración por la familia, que es "la escuela del Evangelio".
En su homilía, Echevarría puso en valor la importancia de la familia "lugar donde cada uno se sabe amado por sí mismo, tal como es", y se sumó a las "súplicas de toda la Iglesia" por la "comunión de amor" y "escuela del Evangelio" que es la familia.
Echevarría, que sucedió a Álvaro del Portillo en 1994 al frente del Opus Dei, agradeció la labor de las miles de familias reunidas en Madrid con motivo de la beatificación.
El religioso repasó la figura del beato Álvaro del Portillo, "un hombre cuya sonrisa bendecía a Dios" y que "transparentaba la misericordia divina con su solidaridad con los más pobres y abandonados".
Echevarría recordó también las palabras del papa Francisco con motivo de la beatificación de del Portillo. "No podemos quedarnos con la fe para nosotros mismos, es un don que hemos recibido para donarlo y compartirlo con los demás".
El beato Álvaro "nos anima a no tener miedo de ir a contracorriente y de sufrir para anunciar el Evangelio" y "nos enseña además que en la sencillez y cotidianidad de nuestra vida podemos encontrar un camino seguro de santidad", concluyó.
Milagro a niño chileno
El milagro por el cual fue beatificado se refiere, según informó el Opus Dei, a la curación instantánea del niño chileno José Ignacio Ureta Wilson en el 2003.
A los pocos días de nacer, el menor sufrió un paro cardiaco de más de media hora y una hemorragia masiva. Sus padres rezaron intensamente a Álvaro del Portillo y cuando los médicos pensaban que el bebé estaba muerto, el corazón del recién nacido comenzó a latir de nuevo.