Ex ejecutivo de Penta declaró por cinco horas ante la Fiscalía
Hugo Bravo compareció en calidad de imputado por tercera vez ante Carlos Gajardo.
Se investiga su rol en presunta distribución de dineros ilegales a campañas políticas.
Los fundadores de Penta se querellaron ayer por "amenazas reiteradas" contra Hugo Bravo, quien pagaba con dineros del holding al martillero que lo denunció antes de morir.
Durante unas cinco horas, a partir de las 15:30 del jueves, declaró en calidad de imputado ante el fiscal Carlos Gajardo el ex ejecutivo del grupo Penta Hugo Bravo López, de 69 años, en el marco de la investigación por la denominada arista política del caso "fraude al FUT".
Según informa el diario La Tercera, Bravo llegó al edificio de la Fiscalía Metropolitana Oriente acompañado por sus abogados sin emitir declaraciones a la prensa.
Gajardo citó al ingeniero -denunciado en julio por el Servicio de Impuestos Internos (SII) por delito tributario- para "profundizar sus dos testimonios anteriores, en los cuales, entre otros puntos, se refirió al rol de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, socios de Penta, en el caso", además de precisar su participación, indica el medio.
El fiscal investiga el rol que habría tenido Bravo en la presunta distribución de dineros ilegales a campañas políticas, aspecto por que ya fueron citados a declarar al chofer de Iván Moreira -a nombre de quien se habrían cursado algunas boletas- y una secretaria de la UDI.
El nombre de Bravo -que en agosto devolvió casi 1.100 millones de pesos al SII- salió al ruedo tras la declaración del ex martillero Jorge Valdivia, quien poco antes de su muerte, acaecida en julio, lo dio a conocer al fiscal Gajardo.
Querella por "amenazas reiteradas"
Abogados de Délano, Lavín y el ex senador UDI Carlos Bombal, secretario del directorio de Penta, presentaron ayer en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago una querella por el delito de amenazas reiteradas contra Bravo, a quien acusan de intentar incriminarlos en la causa.
En el escrito, según detalla este viernes el diario El Mercurio, los querellantes indican que el martillero Valdivia, que "era una persona de bajo nivel educacional, pese a no contar con la simpatía de nuestros representados, comenzó a frecuentar la oficina del señor Bravo, convirtiéndose en una especie de asistente personal".
Carlos Alberto Délano "llegó a prohibir su ingreso a la oficina, pese a lo cual éste siguió concurriendo al amparo del querellado".
Los querellantes indican que el 11 de abril, al conocerse por la prensa el caso FUT, Bravo reconoció a los directivos que "le pagaba a Valdivia, con dineros de Penta, una remuneración mensual, argumentando que lo hacía por 'razones humanitarias'".
A mediados de julio tuvo lugar una nueva reunión en la que se adoptó la decisión de que Bravo "presentaría su renuncia a todos los cargos y funciones del grupo", y "restituiría a Penta los dineros que se habían pagado injustificadamente a don Jorge Valdivia con cargo a la empresa".
Mensajes
En la querella se detalla que el 10 de septiembre Bravo llamó telefónicamente a Bombal y le dejó un recado con la secretaria: "Dígale a Carlos que sus amigos me paguen lo que me deben, porque estoy sin plata y voy a tener que sacar de otra parte, y dígale a parabanbimbombal (sic) que si no me devuelve las llamadas lo voy a amarrar con el fiscal".
Días más tarde, el 13 de septiembre, Bombal recibió una carta manuscrita en un sobre cerrado en su domicilio: "Carlos, como has ignorado todas mis llamadas y tus amigos CAD (Délano) y CEL (Lavín) no cumplieron ninguna de sus promesas y contratos, es por eso que necesito la plata del Edificio y, antes de entrar en contacto con tus cuñados, espero que me llames y te pongas al día".
"No tengo ébola ni nada que se le parezca, pero sí mucha información. Por favor sé caballero como te imaginaba y contesta. Hugo", decía la nota.