¿Por qué los chilenos disfrutamos al asustarnos en el cine?
Un escritor, un crítico de cine y una periodistas probaron suerte respondiendo la interrogante.
"Annabelle" se ha transformado en todo un éxito con sólo un fin de semana en cartelera.
"Annabelle" es real y está encerrada en una caja de cristal en Connecticut, Estados Unidos.
Todos hemos enfrentado momentos de terror, episodios que ciertamente no queremos revivir. Pero contradictoriamente, disfrutamos de encerrarnos en una sala oscura para asustarnos viendo una película. Dos horas que nos lleven a experimentar esa sensación de "satisfactoria" inseguridad, sólo por el goce del morbo que provoca el blockbuster de turno.
"Annabelle" es el caso más reciente: un filme que explora la historia de una muñeca utilizada por un demonio para entrar en contacto con el mundo de los vivos, y que llega para acosar a una pareja tras haber sufrido un traumático evento. Todo con el fin de quedarse con el alma de su hija recién nacida.
Se trata de un spin off del filme de James Wan, "El conjuro", que también dejó su huella en la taquilla chilena el año pasado -convocando a 701 mil personas a las salas chilenas-, al seguir la historia de los reconocidos demonólogos Ed y Lorraine Warren, y que originalmente nos dio a conocer la diabólica muñeca en el cine.
Pero pese a que la crítica no ha acompañado a "Annabelle", ya que la consideró lenta y poco encantadora; la taquilla dice lo contrario. El jueves pasado se transformó en la película de terror más vista en su día de estreno de todos los tiempos en Chile, con 23.497 espectadores en sus primeras funciones.
Ahora, la película ya es un fenómeno. Este lunes, volvió a marcar récords, al ser la producción del género más vista en su primer fin de semana en el país, sumando 157.557 espectadores, una cifra que sigue subiendo con el pasar de los días.
¿Pero qué nos lleva a autoflagelarnos con este tipo de películas? Es lo que tratamos de responder en el siguiente informe preparado para Lo que Queda del Día:
Una adicción
No es muy difícil comprobar que el terror encanta al chileno, sin importar la monstruosidad por la que apueste. Hace unas semanas era la historia de un policía y un sacerdote que trataban de resolver inexplicables asesinatos en "Líbranos del mal", la que estaba en los primeros lugares de la taquilla chilena.
A principios de este siglo lo hizo "El proyecto de la bruja de Blair", obra cumbre que despuntó la seguidilla de horrores cinematográficos con cámara en mano; técnica que más tarde se utilizó para cruzar la religión y la zombificación en "[Rec]".
Luego, los fantasmas tampoco quedaron ajenos a las cámaras de vigilancia con la saga de "Paranormal activity". Y así, suma y sigue: "Los otros", "El descenso", "El aro", "El juego del miedo", "La cabaña en el bosque", "Posesión infernal"; todos llenando salas, "aquí y en la quebrá del ají".
Y si se quiere llegar a probar suerte con otros títulos terroríficos que, si bien no llegaron a los cines acá, puede contemplarlos en su lista de visionados a su propio riesgo: "Låt den rätte komma in", "Martyrs", "Frontière(s)", "The midnight meat train", "Eden Lake", "Maniac", "House of 1000 corpses" y su secuela "The devil's rejects", "The loved ones", "Gurotesuku", "À lintérieur" y "Pulse", entre tantos otros.
¡Pero si es verdad!
Pero la frase clave, aunque cliché, que convence masas para ver cine de terror, reimpulsar el miedo y pensar dos veces antes de ignorar estas propuestas es la clásica: "basada en una historia real".
Es innegable que uno de los atractivos que tiene "Annabelle", es que la muñeca en estos momentos permanezca encerrada en el sótano de Ed y Lorraine Warren, en Connecticut, Estados Unidos.
En 1999, un equipo de informe especial estuvo en el museo del horror de los demonólogos, con la muñeca enfrente, momento que también fue detallado por la periodista Paulina de Allende para el informe que puedes escuchar más arriba.
Aquí un extracto del reportaje:
Sustos más o sustos menos, la existencia de una muñeca a la que dos adultos le tengan tanto temor, da para pensar sobre la existencia de fenómenos paranormales.
Aunque por otro lado bien puede ser artífice de una gran campaña de marketing que da para alimentar una maquinaria que finalmente se nutre del pánico de la gente. Si ahora hasta el creador de "Chucky", Don Mancini, quiere juntar a su muñeco con "Annabelle", para seguir aprovechando la popularidad...