Iker Casillas se planteó dejar la selección española tras error ante Eslovaquia
"Después de un partido en el que no consigues ganar se te pasan cosas por la cabeza", señaló.
Agregó que la transición en el arco será “buena", porque "no soy inmortal".
Casillas cometió un error que costó un gol ante Eslovaquia.
Tras su grave error ante Eslovaquia en un gol que marcó la derrota de España, el portero Iker Casillas llegó a plantearse dejar la selección hispana. Lo admitió, pero aseguró que fue un pensamiento fugaz.
"Después de un partido en el que no consigues ganar se te pasan cosas por la cabeza, mosqueos y enfados, hablas en voz alta, peor es como cuando tienes un hermano pequeño y te hace una perrería (jugarreta) y dices lo mataría. Evidentemente no lo voy a matar. Pues lo mismo pasa con la selección. Mi idea es seguir mientras el técnico decida y para ello tengo que estar bien en mi equipo. Mi idea es continuar y estar el máximo tiempo posible", sentenció.
El capitán de la escuadra roja respondió a la "transición dulce" de la que habló el seleccionador Vicente del Bosque tras el partido en el que fue suplente en Luxemburgo, asegurando que será "buena" porque no es "inmortal".
"Creo que va a ser una transición buena, evidentemente no duro toda la vida, no soy inmortal", aseguró Casillas en un acto publicitario en el Aeropuerto "Adolfo Suárez Madrid-Barajas".
"Cada uno tiene que saber el momento que tiene que decidir cuando dejar la selección, pero a día de hoy me veo bien y fuerte para ayudar a mi país, para estar en la Eurocopa de Francia y luchar por ganar el título que no va a ser fácil porque hay otras selecciones muy fuertes", añadió.
La decisión de Del Bosque de sentar a Casillas para comenzar a dar partidos oficiales al portero de Manchester United David De Gea, reconoció que no le causó sorpresa y por encima de todo destacó la buena relación que mantiene con el seleccionador español.
"Para nada fue una sorpresa, con Vicente tengo una relación fabulosa. Me enteré porque me habían dicho lo de transición dulce pero para nada me sienta mal, todo lo contrario", afirmó.
Y comienza a asumir que es un momento que estaba por llegar. "Es ley de vida, tengo 33 años y no voy a poder jugar al fútbol todo lo que me gustaría. Hay gente que viene con muchas ganas, que ya son una realidad como David (De Gea) o Kiko (Casilla). No me lo tomo para nada mal en ningún momento", aclaró.