Pandilla de motociclistas holandesa se suma a la lucha contra el Estado Islámico
Tres integrantes del club de motos "No Surrender" se unieron a las filas de los rebeldes kurdos.
El hecho de unirse a un ejército extranjero no es delito el país.
Quieren denunciar "la opresión sufrida por los kurdos".
Tres motoristas de Rotterdam, Amsterdam y Breda, pertenecientes al club de motos holandés "No Surrender" formado en 2013, se unieron a las filas de los rebeldes kurdos en su lucha contra el Estado Islámico.
Según informó El País, los holandeses pertenecientes a la agrupación, similar en su estructura al Hell's Angels, quieren denunciar "la opresión sufrida por los kurdos".
Han publicado fotos y videos en internet donde se les ve peleando con las fuerzas kurdas (peshmerga) en Irak, ante lo que la Fiscalía General del Estado tuvo que explicar "unirse a un Ejército extranjero ya no es punible en Holanda".
"Otra cosa es que no vayan a ser perseguidos en casa por sus delitos, si los cometieran", aclaró el portavoz Wim de Bruin.
La diferencia con los occidentales que abrazan la yihad es que "EI es una organización terrorista", lo mismo que el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), proscrito por la UE, la OTAN y Estados Unidos. Si estuvieran ahí, los holandeses sí podrían ser perseguidos.
Los clubes de motos no tienen buena fama, ya que Klaas Otto, jefe de "No Surrender", había dirigido antes otro similar, Satudarah, considerado "fuera de la ley" por la policía holandesa. Ante esta situación, indicó que sus tres socios "marcharon a Irak por cuenta propia, no en nombre del club".
Los tres motoristas no anunciaron antes sus intenciones a la Federación holadesa de Kurdos.