La empresa que quiere pasar ductos por convento de las Carmelitas Descalzas
Energía Coyanco, que impulsa el proyecto hidroeléctrico El Canelo, se encuentra en litigio con las religiosas.
Su representante, Alejandro Donoso, aseguró a Cooperativa que las obras no afectarán la vida "contemplativa" de las monjas.
"Es un proyecto pequeño, de muy baja escala", y además "es necesario", señaló Donoso.
La empresa Energía Coyanco, a cargo del proyecto hidroeléctrico El Canelo, en el Cajón del Maipo, está en estos momentos en litigio con las monjas Carmelitas Descalzas debido a su intención de hacer pasar por sus terrenos los acueductos de la central.
En conversación con El Diario de Cooperativa el representante de la empresa y gerente de sustentabilidad de Energía Llaima –propietaria de Coyanco-, Alejandro Donoso, defendió el proyecto y aseguró que éste no afecta el estado "contemplativo" de las religiosas.
"Estamos frente a un escenario en que se hace bastante complejo poder hacer estos proyectos energéticos" y el proyecto El Canelo "es necesario", aseguró Donoso.
"Es un proyecto pequeño, de muy baja escala, que se inserta bastante bien en el medio ambiente, con muy bajo impacto y muy amable con la comunidad", indicó el ejecutivo.
"Nos hemos caracterizado por hacer proyectos técnicamente robustos, de muy buenas características. Por lo tanto, antes de evaluar todo este tipo de situaciones, nosotros pedimos un informe en derecho canónico al Centro de Libertad Religiosa, y una de sus grandes conclusiones era que esta tipología de proyecto -que es un ducto subterráneo- que está alrededor de 50 a 80 metros emplazado desde la construcción donde están las hermanas Descalzas, no era incompatible con su estilo de vida contemplativo", indicó.
Ruido imperceptible
La empresa Coyanco es de propiedad del ex presidente de la Sofofa, Juan Claro, y del dirigente de la Unión Social de Empresarios Cristianos, José Antonio Garcés; y las monjas Carmelitas Descalzas han presentado informes elaborados por doctores del derecho canónico que señalan que de acuerdo a la ley chilena y tratados internacionales no se puede imponer servidumbre a un monasterio.
"Tenemos una contraposición entre doctores de derecho canónico, porque efectivamente el Centro de Libertad Religiosa de la Universidad Católica establece claramente que no hay una incompatibilidad en el estilo de vida", expresó.
"Es bastante claro poder hacerse una pregunta y decir si realmente uno puede considerar que la construcción de un ducto subterráneo, que es sumamente acotado, que es una construcción temporal, pueda afectar el silencio de la oración. Creo que no", comentó Donoso.
"Es un ducto subterráneo que es bastante cercano a la calle y los especialistas dicen que el ruido que realiza el agua al interior del tubo prácticamente es imperceptible, frente al ruido que tiene la carretera que justamente pasa por el costado de este proyecto y del convento de las Carmelitas. Además, en el terreno donde está toda esta zona emplazada ya tiene una servidumbre de paso eléctrica hace muchos años", manifestó el ingeniero agrónomo.