Gobierno mexicano da señales de impaciencia con actos violentos en protestas

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, comenzó a dar señales de impaciencia con las manifestaciones violentas que se han multiplicado a raíz de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, desvinculándolas de las genuinas expresiones de dolor por la tragedia.

Recién llegado de su gira por China y Australia, el mandatario se refirió a las acciones de grupos que, al amparo de las manifestaciones por la desaparición de los estudiantes, han atacado instituciones oficiales y oficinas partidistas, y afectado actividades comerciales.

"No dejaremos de agotar toda instancia de diálogo, de acercamiento y de apertura para evitar el uso de la fuerza para restablecer el orden. Es el último recurso, pero el Estado legítimamente está facultado de hacer uso del mismo cuando se ha agotado cualquier otro mecanismo para establecer el orden", sostuvo Peña Nieto.

El jefe de Estado remarcó que aspira y espera "que no sea el caso de lo que el Gobierno tenga que resolver o no lleguemos a este extremo de tener que hacer uso de la fuerza pública. Queremos convocar al orden, a la paz".

"Se han establecido distintas mesas de acercamiento y de diálogo para dar atención a los grupos, para convocarles al orden y no hacer de este momento de pena y de dolor por el que pasan los padres de familia, una bandera de otras causas y que concite a la violencia y al desorden", concluyó el mandatario mexicano.

En diversas partes del país se registraron acciones violentas durante este fin de semana, en el contexto de las protestas por la desaparición de los estudiantes, como los ataques a las sedes de diversos partidos políticos en los estados de Michoacán y Veracruz.