Los cinco grandes efectos económicos del acuerdo entre Cuba y Estados Unidos
El turismo y las telecomunicaciones son sólo algunos de los aspectos que variarán tras el "histórico" acercamiento conocido esta semana.
Barack Obama no puede levantar el embargo sin la aprobación del Congreso, pero puede flexibilizarlo.
El aumento del monto de las remesas autorizado para entrar a la isla implicará cambios concretos para la realidad de los cubanos.
El embargo a Cuba, que empezó hace 53 años, es la sanción comercial estadounidense con más tiempo en vigencia.
Pese a que el presidente estadounidense Barack Obama no puede levantar completamente el embargo sin la aprobación del Congreso, está flexibilizando varios aspectos del mismo por decreto.
Esto tiene a mucha gente observando con detenimiento la economía cubana, desde cubanos estadounidenses que quieren enviar remesas a sus familias hasta grandes empresarios considerando inversiones.
¿Cuáles son algunos de los mayores impactos potenciales de esas reformas?
Remesas
En la actualidad se estima que las remesas de Estados Unidos a Cuba llegan a cerca de US$2.000 millones, según el Departamento de Estado de EE.UU.
La decisión de Obama efectivamente multiplica por cuatro el monto que los ciudadanos estadounidenses, principalmente de ascendencia cubana, pueden enviar a Cuba.
La cantidad autorizada pasa de US$500 a US$2.000.
Eso puede ser un gran estímulo para la economía cubana.
Más importante aún, tiene el potencial de alterar la estructura de la economía cubana al cambiar la naturaleza de la inversión extranjera en la isla, así como su destino.
Esencialmente, puede representar el cambio de un esquema donde el dinero fluye hacia el sector estatal cubano, hacia otro donde llega a personas del sector privado.
"Esa medida en particular es una señal para promover el envío de dinero y otras formas de apoyo al naciente sector privado cubano", indicó a la BBC el investigador de la Universidad de la Florida, Jorge Duany. El catedrático, director del Instituto de Investigación de Cuba en esa universidad, apunta que el sector ya ha crecido para abarcar a medio millón de personas.
El aumento de las remesas también resuelve un problema actualmente enfrentado por la economía cubana, cuyo crecimiento este año efectivamente se paralizó.
Ese débil rendimiento se debe a una variedad de factores, uno de los cuales es que el importante socio comercial de Cuba, Venezuela, ha venido sufriendo por el desplome de los precios del petróleo.
El gobierno dice que necesita al menos US$2.500 millones en inversión extranjera para mantener una tasa de crecimiento constante, por lo que aumentar las remesas es una manera de promover el crecimiento.
La agroindustria
Un ganador importante puede ser la agroindustria de Estados Unidos.
Bajo la flexibilización de restricciones autorizada por el entonces presidente estadounidense Bill Clinton en 2000, los agroindustriales de EE.UU. recibieron permiso de exportar alimentos y algunos otros productos a Cuba.
Se estima que entre 2000 y 2013 esas exportaciones llegaban a US$5.000 millones. Las de alimentos se calculan este año en cerca de US$300 millones.
"Actualmente Cuba importa cerca de 60-65 por ciento de su comida, lo que es bastante para un país con el potencial agrícola de Cuba", dice el profesor William Messina, de la Universidad de Florida.
Pero las firmas estadounidenses han venido perdiendo terreno recientemente a naciones como Brasil, así que podrían verse beneficiadas por nuevas flexibilizaciones a las restricciones.
"Para nosotros, puede haber ganancias modestas, pero para la comunidad agrícola estadounidense nos ofrece la oportunidad de competir con naciones como Brasil o Argentina", señala a la BBC Devry Boughner Vorwerk, director de relaciones empresariales internacionales en la firma Cargill.
También podría ayudar a impulsar la agroindustria cubana, particularmente si se levanta una prohibición a la venta de equipo agrícola y pesticidas.
"Tienen un gran potencial agrícola y la habilidad de importar equipo sería beneficioso", añade el profesor Messina.
Turismo
Otro aspecto principal de las reformas es una flexibilización a las restricciones de viajes a Cuba, así como una nueva medida que permitiría a los viajeros estadounidenses usar sus tarjetas de débito y crédito en Cuba.
Cerca de 170 mil viajeros estadounidenses autorizados estuvieron en Cuba el año pasado, indican las autoridades en Washington.
Las nuevas medidas retirarían algunas restricciones en doce categorías, incluyendo permisos para visitas familiares, visitas profesionales y actividades educativas.
Aunque todavía se prohíbe el turismo ordinario, la economía cubana puede beneficiarse de un influjo de nuevos visitantes.
"Los servicios de turismo y sectores relacionados que involucran a empresas estatales y a empresas de capital mixto público y privado extranjero, así como un número creciente de empresas medianas y pequeñas de propiedad de cubanos podrían verse beneficiadas", manifiesta a la BBC Eric Hershberg de American University.
Telecomunicaciones
Cuba tiene una de las tasas de penetración de internet más bajas en el mundo, estimada en cerca de 5 por ciento por la Casa Blanca.
"La economía cubana sufre de infraestructura precaria y obsoleta incluyendo comunicaciones y toda clase de avances tecnológicos incluyendo a internet y el servicio teléfonico", dice Duany.
Parte de las reformas de Obama permitirían a las firmas de telecomunicaciones de Estados Unidos empezar a trabajar con Cuba para expandir su infraestructura de comunicaciones.
Eso ayudaría a la economía cubana y también establecería las bases para transacciones financieras más sofisticadas en el futuro.
Cigarros
Finalmente, en una disposición que posiblemente no tenga un gran impacto en la economía cubana pero que complacerá a algunos, la nueva medida relaja las restricciones para llevar los famosos cigarros habanos desde Cuba a Estados Unidos.
Los viajeros estadounidenses pueden llevar ahora US$100 en productos de tabaco al volver de sus visitas.
Marcus Daniel, presidente de una firma de cigarros del mismo nombre en Florida dice que esto podría potencialmente afectar a tiendas de habanos en Estados Unidos como la suya.
"Lo complicado es que, por ahora, los estadounidenses pueden comprar y traer cigarros cubanos de manera legal al país, pero yo me gano la vida vendiendo cigarros, y no puedo comprar cigarros cubanos legalmente y traerlos a mi tienda", le dice a la BBC.
Pero, añade, guarda optimismo en que posiblemente vendrán nuevas reformas y en todo caso, con el consumidor estadounidense más familiarizado con los cigarros, eso puede ayudarlo en el futuro.
"La mayoría de fumadores estadounidenses de cigarros querían que esto ocurriese hace tiempo. Voy a enviarle una caja de cigarros a Raúl y a Obama, para congratularlos por un trabajo bien hecho", puntualiza.