Cuba y EE.UU. iniciaron en La Habana histórica ronda de conversaciones
Ambos gobiernos comienzan a concretar la normalización de relaciones anunciada en diciembre.
Washington aspira a abrir una embajada en la isla, mientras la administración Castro dará énfasis al tema migratorio.
El Palacio de Convenciones de La Habana es escenario del esperado encuentro.
"Con un diálogo sobre asuntos migratorios comenzó hoy en el Palacio de Convenciones de La Habana la ronda de conversaciones de dos días entre Estados Unidos y Cuba que busca adelantar el reestablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países".
Así informa este miércoles el diario Granma, medio oficial del Partido Comunista de Cuba, sobre la cita, que no duda en calificar como "histórica".
"Por la parte estadounidense la sesión está presidida por el subsecretario asistente del Buró para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee. Mientras, al frente de la delegación cubana está la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), Josefina Vidal Ferreiro", agrega la nota de Granma.
Según destacó BBC Mundo, la delegación estadounidense que llegó hoy a Cuba es la visita de más alto nivel en 35 años y llega "con una clara lista de solicitudes, pero el éxito de su misión también está rodeada de una dosis considerable de escepticismo".
Los representantes estadounidenses presentarán una serie de peticiones específicas para establecer una misión diplomática completa en La Habana y continuar así con el acercamiento anunciado el pasado 17 de diciembre. Entre las propuestas incluyen el incremento de personal diplomático autorizado y su acreditación correspondiente, además el acceso de los ciudadanos cubanos a la misión estadounidense y la eliminación de restricciones para viajar y acceder a servicios de comunicaciones.
Sin embargo, reconocen que no tienen muy claro cuáles serán las peticiones cubanas ni cómo recibirán en La Habana las de Washington: "No espero que cerremos todos los temas en esta primera conversación", dijo un alto funcionario del Departamento de Estado que pidió mantenerse en el anonimato para poder hablar abiertamente del tema.
"Esperaría que en esta conversación podamos poner sobre la mesa todos los temas que nos interesan y todos los temas que interesan al gobierno cubano, para que sepamos los parámetros bajo los que estamos trabajando", agregó en un diálogo con la prensa al que asistió BBC Mundo.
Lo que espera Cuba
Otro artículo publicado hoy por Granma cita una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano que indica que el proceso de negociaciones será "largo y complejo".
El texto ofrece la posición cubana respecto a varios puntos que se tratarán en las reuniones:
Cuestión migratoria: sobre este tema, que centrará las reuniones que se celebrarán este miércoles, Granma asegura que Cuba mostrará a Estados Unidos su "profunda preocupación" por la ley de "pies secos-pies mojados", a la que califica de principal motivo de la "emigración ilegal".
Restablecimiento de relaciones diplomáticas: "La delegación cubana enfatizará en que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en ambas capitales deberá basarse en los principios del derecho internacional refrendados en la Carta de las Naciones Unidas y en las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Relaciones Consulares", señala la fuente diplomática citada por Granma.
"Resulta un contrasentido que restablezcamos relaciones mientras Cuba continúe injustamente en la lista de estados patrocinadores del terrorismo internacional", agrega.
Derechos humanos: Cuba, apunta Granma, "reiterará la propuesta que hizo el año pasado al gobierno de EE.UU. de sostener un diálogo respetuoso sobre bases de reciprocidad en lo referido al ejercicio de los derechos humanos".
"Existen preocupaciones legítimas sobre el ejercicio de los derechos humanos en Estados Unidos y situaciones que se dan en ese país que no suceden en el nuestro", añade.
Misión diplomática
El objetivo de este viaje es "comenzar a ponerle carne a los huesos", le dijo a BBC Mundo Cynthia Arnson, la directora del programa de América Latina del Wilson Center, un centro de estudios en Washington, que explicó que el viaje no habría podido realizarse sin la reciente liberación de 53 activistas de oposición cubanos, que formó parte del acuerdo de normalización entre los dos países.
"Ahora que esto ya ocurrió, el Departamento de Estado está en una posición de seguir adelante y empezar a dar los pasos necesarios para implementar los compromisos que Estados Unidos y Cuba dijeron que tendrían", añade.
Aunque el tema central de esta primera visita será cómo convertir la Sección de Intereses en La Habana en una embajada como las que hay en otros países del mundo, se cree que se hablará del incremento de la cooperación bilateral en áreas como proyectos antinarcóticos o el combate al ébola.
Washington ha sugerido que espera que el acercamiento se solucione en cuestión de meses y tras pocas conversaciones.
De acuerdo con Jason Marczak, experto en América Latina del Atlantic Council, en Washington, esto no tiene por qué ser un proceso lento, porque se trata de discutir principalmente tecnicismos.
"Estructuralmente todo está ahí, nada debe ser construido, y es cuestión de asegurar todos los temas aburridos que forman parte de la diplomacia y en los que uno no piensa, pero que son cruciales para abrir una embajada", le dijo a la BBC.
Después de ese paso, los dos países podrían continuar las negociaciones para resolver algunos de los problemas de fondo que han dificultado el diálogo en las últimas décadas.
Otro tema que estará en la agenda esta semana, en particular este miércoles, será una nueva ronda semestral de conversaciones migratorias que forman parte de los acuerdos firmados en 1994.
Diferencias
En general, Estados Unidos no ha dado la impresión de ir con muchas certezas a esta primera sesión en La Habana. Más bien da la impresión de que va a evaluar la situación y a sentar las bases para lo que puede venir después.
En el diálogo con el funcionario estadounidense incluso se mencionó la posibilidad de un viaje en el futuro del secretario de Estado a La Habana, pero quedó claro que eso dependerá de cómo avance esta primera reunión.
"Simplemente no sabemos qué puede poner la contraparte en la mesa", enfatizó el funcionario.
Washington ha explicado, además, que el desarrollo del diálogo con Cuba radicará en buena medida en cómo reaccionen las autoridades en La Habana y cuál sea su "tolerancia" a lo que propongan los estadounidenses.
Uno de los temas en discordia es el de los derechos humanos. En ese sentido Washington espera presionar a Cuba para que respete los derechos de sus ciudadanos a manifestarse pacíficamente.
Por otro lado, como dice Marczak, también puede haber dificultades por las demandas que le presente Cuba a Estados Unidos, ya sea sobre sus programas democráticos en la isla o la prisión de Guantánamo, por ejemplo.
"Cosas como estas continúan dominando sustancialmente la agenda y son puntos reales de disputa", dice. Por estas diferencias, es difícil saber si esta primera prueba entre los dos países traerá resultados concretos y servirá para abonar el terreno hacia la normalización de las relaciones.
Jason Marczak dice que es importante tomar este viaje como un primer paso: "Estamos en un punto de construir las relaciones. No podemos esperar que todas las reuniones terminen sin un obstáculo. No se puede eliminar medio siglo de desconfianza en un mes", concluye.
Lo que discutan finalmente las dos delegaciones podría conocerse el viernes, cuando está prevista una rueda de prensa en La Habana.