Cómo operan los delincuentes chilenos en Europa
Desde 2013 la Interpol ha identificado a 128 ladrones nacionales "trabajando" en el Viejo Continente.
Londres, Madrid, Barcelona, Estocolmo, Berlín y Zúrich son algunos de sus destinos predilectos.
Los "eurodelincuentes" chilenos tienen a Viena, la capital de Austria, como su centro de operaciones.
Desde 2013 hasta la fecha la Interpol ha identificado a 128 delincuentes chilenos "trabajando" en Europa; 20 de ellos durante el presente año.
"Son personas con antecedentes en Chile y el extranjero. Tienen una 'convicción delictual'; o sea, han hecho de su vida una carrera en el delito", explicó al diario El Mercurio el subcomisario Gerardo Raventós, oficial de Interpol Chile encargado de investigar y perseguir a los delincuentes nacionales que operan en otros países.
Raventós indicó que ciudades como Londres, Madrid, Barcelona, Milán, Estocolmo, Copenhague, Berlín, Oslo, Zúrich y Berna son los destinos más comunes de este tipo de antisociales, aunque la semana pasada fueron detectados tres lanzas chilenos en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes.
"Por primera vez aparecen delincuentes chilenos en ese lugar. Estarían buscando horizontes con mayores recursos, porque la delincuencia se organiza en razón de los dividendos a obtener", indicó el policía.
El "epicentro"
En estos momentos Viena, la capital de Austria, es el "centro de operaciones" de los ladrones chilenos.
"Es el epicentro por una cuestión estratégica: está en el corazón de Europa, lo que les permite acceder fácilmente al resto de los países", señaló Raventós, quien indicó que durante el último año 22 chilenos han sido arrestados en esa ciudad y se han detectado dos organizaciones criminales.
El oficial de Interpol también destacó la importancia de combatir a estos personajes "para evitar que en otros países la imagen del país (Chile) quede dañada por quienes viven de la delincuencia".
Apoyo mutuo
De acuerdo con los análisis policiales, los "eurodelincuentes" nacionales son convocados por verdaderos "cazatalentos" en poblaciones de la zona sur de Santiago, quienes incluso los someten a pruebas para cerciorarse de que cuenten con las condiciones "atléticas y sicológicas" para viajar al extranjero.
Al llegar al Viejo Continente reciben apoyo de otros ladrones chilenos ya establecidos: "En Europa y en cualquier lugar en que están lejos del país existe colaboración mutua entre los ladrones nacionales. Quien arribó primero ayuda a los más jóvenes, los recibe en su hogar, les proporciona alimento y lo que necesiten hasta cuando ya se pueden desenvolver solos", explicó al matutino Víctor Carriel, ex jefe nacional de Crimen Organizado de la PDI.
En Europa "se conforman verdaderos clanes de delincuentes nacionales, los que se unen para cometer ilícitos", pero bajo una modalidad particular: "Se unen para un hecho, viajan desde donde viven a otro país, atacan, se reparten el botín y se separan. Después de todo eso, tratan de no volver a verse y no levantar sospechas".
Sus víctimas principales son los turistas y les interesan sólo el dinero en efectivo y las joyas. Cuando no es posible reducir una especie en Europa, la envían a sus familiares en Santiago.
Los lanzas chilenos antes se dedicaban preferentemente a los hurtos, pero "ahora cometen robos con intimidación, con violencia, con fuerza. Son más peligrosos", señaló Carriel a El Mercurio.