La columna de Pelotazo: Cómo cambia Sampaoli de Brasil 2014 a Chile 2015
Para Sampaoli todo se centra en la falta de gol.
La defensa no es un problema para el entrenador y debiera serlo.
Cuando Gonzalo Jara erró su penal ante Brasil en los octavos de final del Mundial 2014, aquel 28 de junio pasado, de inmediato quise que llegara junio de 2015. Era la mezcla entre frustración y sed de revancha para lograr en la Copa América lo que no se pudo en la Copa del Mundo.
Fueron largos 11 meses con nueve amistosos de por medio que dejaron más dudas que certezas. De hecho Jorge Sampaoli perdió su invicto como local ante Uruguay (1-2) y en los últimos dos encuentros la Roja no pudo anotar: Irán (0-2) y Brasil (0-1). En total, un registro de cuatro victorias, tres empates y tres derrotas.
Ante ello las miradas de todos cayeron en la nómina de la Copa América, entendiendo que las fallas del mundial y post mundial debían ser corregidas con los 23 hombres escogidos para buscar el primer título en la historia de la selección chilena.
Para Sampaoli todo se centra en la falta de gol. Para Brasil 2014 llevó a Fabián Orellana, Esteban Paredes, Mauricio Pinilla, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas, y para Chile 2015 como no tendrá a los dos primeros, los reemplazó con Edson Puch y Ángelo Henríquez. A ambos los tuvo como dirigidos en su paso por Universidad de Chile y sus buenos presentes les dieron cabida en la nómina final.
La defensa no es un problema para el entrenador y debiera serlo. Sobre todo cuando el rival juega de contra con jugadores rápidos. La Roja sufre, pero Sampaoli no. Ello se justifica en que para Brasil 2014 llevó a Francisco Silva y José Pedro Fuenzalida, dos tipos más comprometidos con defender que atacar, y para Chile 2015 entraron Matías Fernández con David Pizarro, dos jugadores llamados a generar fútbol.
De ahí se extrae que para el entrenador el tema de la sequía goleadora no es por la falta de delanteros, ni la falta de ocasiones de gol, sino porque la posesión de balón no es mayor. Pensará Sampaoli: si tenemos más la pelota, tendremos más chances de llegar al arco contrato y más opciones de anotar. Más de las que se genera Chile actualmente. Y la verdad, el duelo con España en el mundial fue el último donde la Roja generó ocasiones de gol en demasía. El resto, por goteo.
Estamos a diez días del inicio de la Copa América y del debut con Ecuador. Y queda claro que los deseos de Sampaoli se quedarán en eso si acaso no se reflejan en la cancha. Esperemos que todos salga en orden, por su bien, por el de los jugadores y por el nuestro.