La columna de Pelotazo: Por culpa del Gobierno

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Autor: Cooperativa.cl

Si sólo se preocupa de construir estadios para el fútbol, estamos equivocando el camino.

Justo cuando se acababan las celebraciones por la Copa América, el Team Chile comenzaba su participación en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y esto permite alargar nuestra atención hacia los deportistas chilenos y su desempeño buscando el éxito.

En el Estadio Nacional se pudo llegar a la meta y en Canadá son más de 300 compatriotas los que sueñan con la medalla de oro. La diferencia es que el fútbol tiene apoyo masivo de la empresa privada. En el resto de las disciplinas muchas veces los deportistas tienen que mendigar ayuda, tal como alguna vez hiciera Tomás González con Leonardo Farkas. 

Esto no es una crítica al gimnasta, es una crítica a quiénes tienen cómo ayudar, no lo hacen y después se acuerdan del chileno cuando gana algo. El problema es que para ganar algo, hay que tener los implementos, las instalaciones, para entrenar.

Sin embargo, la empresa privada no está obligada a aportar. De hecho, como dueños de su dinero, tienen derecho a ponerlo donde se les plazca. Es en ese momento, cuando los dardos apuntan al Gobierno. No al actual, ni al anterior, ni al que viene. A todos.

Son las políticas deportivas las que pueden marcar un punto de partida para dejar de ir a los Juegos Panamericanos a esperar medallas apelando a esfuerzos personales. Y ellas también servirán para que aparezcan más personas dispuestas a dedicarse al deporte, y por ende, tendremos más chances de tener deportistas exitosos.

Tenemos una campeona del mundo en patines como María José Moya y en Chile no existe un lugar decente para que ella pueda entrenar. Nuestro país ha sido campeón del mundo en hockey patín y en Chile no existe un lugar decente para que puedan entrenar. El padre de los hermanos Miranda tuvo que construir en su casa una laguna artificial para que sus hijos pudieran entrenar. Y así sobran ejemplos.

Si tenemos deportistas exitosos como Bárbara Riveros en el triatlón, como la mencionada Moya, como Kristel Kobrich en la natación, como Alberto González en vela, como los hermanos Miranda en el esquí náutico, como Ignacio Casale o Francisco López en el motociclismo… ¿Se imaginan cuántos más serían si hubiera un interés real del Ejecutivo por el deporte?

Crear un Ministerio del Deporte es un buen comienzo, pero falta mucho. Con lo poco que Chile como país le ha dado al deporte miramos el medallero histórico de los Panamericanos y nuestro país tiene 260 medallas: 41 de oro, 85 de plata y 134 de bronce, lo que lo deja en el noveno puesto. Nos superan potencias deportivas como: Estados Unidos, Cuba, Canadá, Brasil, Argentina, México, Venezuela y Colombia. Y Chile, sin ser potencia, está ahí.

Si nos demoramos 99 años en ganar una Copa América, no nos demoremos el mismo tiempo en darnos cuenta que hay materia prima para ser exitosos. Y en algunos deportes, ya lo somos. Falta priorizar.

Deporte es vida y si empezamos a reclamar por nimiedades, como que aumenten las horas de Educación Física en los colegios, partimos mal. Desde niños los chilenos deben saber lo bueno que es el deporte, y quién sabe, a más de alguno le darán ganas de dedicarse a eso para ser cuando grande como Bárbara Riveros.

Mucho nos gustará el fútbol, pero hay más deportes. Y si el Gobierno sólo se preocupa de construir estadios, estamos equivocando el camino.