UDI y casos de DD.HH.: Se cuenta una parte de la historia, horrorosa, pero no el contexto
Secretario general del partido, Guillermo Ramírez, comentó en Cooperativa la reapertura de la investigación del "caso Quemados".
La confesión del ex conscripto Fernando Guzmán da cuenta de "la brutalidad de Pinochet", opinó Sebastián Depolo, de RD.
"Hay gente que trabajó en el gobierno de Pinochet y que nunca vio nada de violaciones a los derechos humanos", afirmó Ramírez en Cooperativa.
La declaración judicial de un ex conscripto que rompió el pacto de silencio que duró por tres décadas permitió reabrir la investigación del "caso quemados vivos", el brutal ataque de la dictadura contra Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas de Negri.
La noticia ha generado una alta expectación periodística y fue uno de los temás más extensamente comentados este miércoles en El Primer Café de Cooperativa, donde el secretario general de la UDI, Guillermo Ramírez, defendió con vehemencia el rol de los civiles que participaron en el régimen de Augusto Pinochet y apuntó a que muchos crímines, que calificó como "horrorosos", se retratan sin el adecuado contexto.
"Las violaciones a los derechos humanos las he condenado siempre, donde se produzcan. Pero uno siente que hay un cierto doble estándar en otras personas y que a veces tampoco se hacen cargo. Porque hoy día la violencia política a este nivel sería una cuestión totalmente incomprensible, habría que estar loco de remate como para proponer una cosa así. Antes se generó un ambiente en que estas cosas podían efectivamente pasar, es una locura", explicó.
Ramírez agregó que "muchas veces se omite el hecho, no quiero revolver la historia, generar enemistad y que aquí nos pongamos a pelear, pero aquí como ejemplo, sólo como ejemplo, el año 67 el Partido Socialista reivindicó la vía armada para llegar al poder y justificó la violencia política".
El dirigente gremialista profundizó en su tesis: "Lo que estoy diciendo es que, de nuevo, no quiero en ningún minuto justificar estos casos, que los encuentros espantosos y ojalá se llegue a la verdad y haya justicia, a veces cansa (este tema) porque uno tiene la sensación de que en algunas personas, sólo en algunas personas, hay más ánimo de un aprovechamiento político que de un verdadero aprendizaje universal, histórico, de que no podemos volver a repetir este tipo de cosas.
Historia en contexto
El coordinador nacional del movimiento Revolución Democrática (RD), Sebastián Depolo, consideró que Chile necesita avanzar en verdad y justicia, pero también en la memoria activa, mirando ejemplos como el de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial.
Ante esta propuesta, Ramírez enfatizó que "estoy de acuerdo que en el fondo la historia tiene que enseñarse en su mérito, pero tienen que mantenerse las proporciones, porque hoy día se genera también la sensación en muchas personas, y yo me incluyo entre ellas, de que generalmente se cuenta una parte de la historia, que es una parte horrorosa de la historia y que lo que se cuenta es verdad, pero no en un contexto".
"Acabas de poner el ejemplo de lo que pasó en Alemania, que tienes razón, no te iba rebatir este punto porque entiendo el fondo a que tú vas, que es la verdad, la reparación, enfrentar el tema como sociedad. Pero cualquier persona te podría decir 'pero para'. Estás hablando de una persona (Hitler) que generó una guerra mundial, que mató en campos de concentración a seis millones de judíos, y estamos hablando de un dictador en un país austral donde hubo 2.000 desaparecidos", detalló
Para Guillermo Ramírez, "las dos cosas son horrorosas. Cuantitativamente hay una tremenda diferencia entre que hayan 20 países en guerra, 6 millones de muertos en campos de concentración por el hecho de ser judíos, obvio que hay una diferencia".
"Cuantitativamente hay una diferencia. Cualitativamente obviamente que las dos cosas son horrorosas, pero de nuevo, aquí tenemos tú y yo una diferencia de proporcionalidad. Obvio que es más fácil, por decirlo de alguna manera, hacer un mea culpa cuando tú tienes una cosa con las evidencias y atrocidad con que se encontraron los aliados cuando entraron a Alemania. Cosa que no ocurrió en Chile. Es mucho más fácil hacer una autocrítica, tienes muchos más testigos, hay mucha más gente que cuenta lo que ocurrió", añadió.
"Quería hacer el punto porque recojo lo que tú dices, hay que hacer ese ejercicio en Chile, pero no son comparables desde la perspectiva cuantitativa que finalmente hace que un proceso sea más fácil de llevar adelante y sea más evidente que el otro", consideró.
"Es muy fácil juzgar con los ojos de hoy"
"Hoy día tenemos muchos más elementos, pero a principios de los '90 había mucha opacidad y muchas cosas que no se sabían, que todos nosotros no sabíamos. Hoy día nadie lo cree, pero de verdad había en ese minuto gente que creía de corazón que los temas de las violaciones a los derechos humanos eran casos aislados. Hoy día nadie sostiene eso porque conocemos mucha información, pero había gente que genuinamente pensaba eso", señaló.
"Había gente que trabajó en el gobierno de Pinochet y que nunca vio nada de aquello que no sabía la ciudadanía (violaciones a los derechos humanos), porque no salía en los diarios, porque la prensa no podía reportear, porque la gente que levantaba un dedo para alegar era exiliada. Hay gente que trabajaba en el gobierno que de verdad no sabía lo que estaba pasando, entonces no es automático decir Cardemil, Novoa o quien sea trabajaban en el gobierno; ergo, sabían, ordenaron, son violadores de los derechos humanos. Eso no se puede decir, porque es una irresponsabilidad muy grande. Puedes terminar castigando o enjuiciando a personas que de verdad, de buena fe, no sabían lo que estaba ocurriendo", dijo Ramírez.
"Yo entiendo que esto es debatible, pero es muy fácil juzgar con los ojos de hoy, con la información que tenemos hoy día. Si yo hoy día dijera: 'Estas cuestiones nunca pasaron' ustedes me tendrían que meter a un manicomio", pero en dictadura "había una separación entre las decisiones que se tomaban en el mundo civil y en el mundo militar muy fuerte", señaló.
Por otro lado, para "una persona que después fue electa durante cinco periodos seguidos, como el caso de Cardemil, la gente considerará que no tiene ninguna responsabilidad política...", opinó el líder gremialista.
"¿Cómo alguien que era de la élite de este país puede decir que no sabía? Yo encuentro que no quiso saber. Uno escuchaba la Radio Cooperativa en esos años y lo decían. O sea, si uno quería informarse se podía informar", replicó Sebastián Depolo, coordinador nacional de Revolución Democrática y panelista de El Primer Café.
"Lo interpretaba como un hecho aislado, si ése es el tema. Obvio que se sabía que existían estos casos", pero "se compraban él discurso de que aquí habían hechos aislados", respondió Ramírez.
"La brutalidad de Pinochet"
Enfrentados a un archivo de audio que consigna la explicación que dio Pinochet al ser consultado por el caso quemados, en 1986, Depolo señaló: "A mí me recuerda la brutalidad de Pinochet, que habla del profundo poder que tenía sobre todo el país".
"Lo que dijo fue: 'En realidad se quemó a sí mismo' (...) y se lo dijo a todo el país. No tener una democracia te lleva a ese nivel de violencia, de autoritarismo, de negación de la realidad y de acusar a las víctimas, lo que fue una práctica sistemática de la dictadura", indicó.