John Metcalfe deja los arreglos para famosos y retorna con nuevo disco

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Autor: Cooperativa.cl

Ha realizado exitosos trabajos de orquestación para Peter Gabriel, Blur, Coldplay y Morrissey, entre otros.

Vivió el apogeo musical de Manchester en los 80 y recuerda el legado de la mítica Hacienda.

“The Appearance of Colour” se llama el quinto disco solista de Metcalfe, el cual ha recibido excelentes críticas.

Su nombre puede no sonar conocido a la primera escucha, pero al repasar su currículum queda claro que el trabajo de John Metcalfe ha sido uno de los más eclécticos y elogiados de la escena musical europea durante los últimos treinta y cinco años, tanto a nivel docto como en el pop.

Con una profunda formación clásica, experto en viola y una larga trayectoria como arreglista de populares nombres como Morrissey, Simple Minds, George Michael, Johnny Marr, Chrissie Hynde, Tom Jones, Coldplay, Blur y Peter Gabriel, Metcalfe cuenta además con cinco discos solistas, en los que ha deambulado sin pudor entre la música orquestal y la electrónica.

Parte de su atractivo para los amantes del rock es, además, haber sido parte activa de Factory Records y La Hacienda, el sello y club nocturno que el periodista inglés Tony Wilson fundó en Manchester a fines de los años setenta, remeciendo la música mundial.

Sí, a sus 51 años, John Metcalfe ha recorrido un camino largo, ecléctico y sorprendente. Ahora, tras tres años dedicado a cumplir los sueños orquestales de Peter Gabriel como su arreglador, retorna con un nuevo disco solista titulado "The Appearance of Colour", un trabajo melódico, multiinstrumental, evocativo y lleno de paisajes sonoros, que deja en evidencia la maestría que ha alcanzado al mezclar sonidos sinfónicos con la más pura electrónica.

Una amplia paleta de colores

Al teléfono con Cooperativa, sin embargo, Metcalfe rechaza cualquier etiqueta y todos los conceptos que le han colgado. "No veo el punto de aplicar una etiqueta a una pieza musical particular, porque despierta ideas preconcebidas sobre lo que esa música debería significar funcionalmente y emocionalmente. Cuando escribo un pedazo de música, trato de alejar todo eso. Y cuando tomo sonidos del género clásico, la electrónica y el mundo pop, no tengo ningún problema en explorarlos porque pienso que pueden funcionar muy bien juntos".

"The Appearance of colour" tomó dos años de realización y llega a seis de su última placa, "Darker Sunset", de 2008. El mismo artista explicó por qué. "Me tomó bastante porque estaba barajando muchos elementos distintos. Quería explorar nuevas texturas sónicas, y creo que ahora soy más duro conmigo mismo. Me desafié a mi mismo a decir 'no, o sale bien o simplemente no va en el disco'. Creo que por eso tardó tanto".

En este nuevo trabajo, Metcalfe contó con la colaboración de la vocalista de Bat for Lashes, Natasha Khan, en la canción "Just Let Go". "La ayudé con algunos arreglos en su último disco, y al mismo tiempo yo estaba trabajando en mi propia música. Inicialmente ella no supo, pero tomé algunas de las vocalizaciones que había hecho y dije 'voy a ver si puedo trabajar con esto', porque ella tiene una voz tan increíble. Y luego le mostré el resultado y ella quedó muy feliz".

Los tiempos con Factory Records y Tony Wilson

Los amantes del rock británico y en particular los conocedores de la cuna musical que desde los años 70 fue la ciudad de Manchester, saben de la importancia que tuvo Factory Records, el sello creado por el periodista Tony Wilson en 1978, que se convirtió en origen de la difusión mundial para talentos como Joy Division, New Order, Happy Mondays, OMD, Electronic y James, entre muchos otros (la historia de la mítica compañía quedó registrada en la película "24 Hours Party People", de Michael Winterbottom).

Factory y New Order financiaron La Hacienda, un club nocturno muy exitoso y moda en su momento. Con sólo 18 años, John Metcalfe se unió a la banda de culto The Durutti Column, uno de los grupos que crecían al alero del sello de Wilson. Al iniciar sus estudios clásicos, sin embargo, convenció al periodista de iniciar el Factory Classical Label, donde tuvo espacio para crear sus propios sonidos, que siempre se salieron de las normas y las rígidas reglas del género.

"Escuchaba música muy distinta en La Hacienda, estaba ahí cuando el house y mucha electrónica comenzó a llegar desde Detroit. Vi muchas bandas, algunas que me gustaban, otras que no conocía, pasé mucho tiempo ahí. La atmósfera era la de un club interesante. Me había mudado muy poco tiempo antes desde Nueva Zelanda y mi papá había muerto muy joven. La Hacienda y Factory me dieron el sentimiento de identidad y de pertenecer a algo, lo cual fue muy importante para mi y me salvó la vida".

Sobre Tony Wilson asegura que lo que él "logró a través del sello y al ser la persona que era fue el rescate de Manchester. El era un hombre de Manchester. Había mucha pobreza ahí y lo de Tony con el sello no era sólo acerca de la música, o una forma de pensar, o un acercamiento intelectual al arte... era acerca de Manchester, buscaba ayudar y darle a la ciudad algo de orgullo, quería dar a conocer Manchester al mundo. Y ese es su legado, es muy importante para el mundo estar conscientes de lo que nació en ese lugar".

Colaboraciones célebres

Siempre probando cosas distintas, nunca encasillándose en lo mismo, sus arreglos para el disco "Viva Hate" de Morrissey (1988) lo convirtieron en uno de los más requeridos de la industria. Luego de eso ha venido una veintena de colaboraciones con artistas muy populares y otros no tanto, que han engrosado su rico expediente.

La labor que hizo durante los últimos años para Peter Gabriel en los discos orquestales "Scratch My Back" y "New Blood" le trajo nuevo reconocimiento, habiendo ayudado a generar esas renovadas y especiales versiones del británico para artistas como David Bowie o Paul Simon usando sólo instrumentos orquestales.

"Soy muy crítico de lo que he hecho, pero el trabajo que valoro más es el que hice con Peter Gabriel, porque es el más profundo, fueron tres o cuatro años de mi vida, fue muy intenso y duro. Fue fascinante el re-imaginar esas canciones tan importantes para otras personas, fue una gran responsabilidad. Tuvimo tiempo para ver qué funcionaba, tuvimos todas las chances para saber qué daba resultado. De cierta forma tuvimos la posibilidad de explorar todo lo que quisimos y eso trajo grandes cosas, como viajar a sitios como Argentina y Santiago de Chile, donde conocí varios músicos asombrosos".

De vuelta a los arreglos, Metcalfe está probando suerte por primera vez en el jazz con trabajo para la canadiense Emily Claire Barlow, un territorio que le significa desconocidos desafíos. "No sé quién será el próximo", dice con optimismo sobre el próximo artista o banda que contará con sus servicios. Sabe que todos los caminos y ofertas lo llevarán a algo nuevo y positivo.

El disco "The Appearance of Colour" está a la venta y también disponible para escucha en servicios como Spotify y Deezer.