Gobierno: El proyecto de aborto no impone a nadie que haga lo que no quiere hacer
"Todo lo contrario, abre las posibilidades para que la mujer, de acuerdo a sus convicciones pueda resolver", dijo la ministra Claudia Pascual.
"Es precisamente hacer la diferencia de lo que ocurre hoy día en nuestro país", enfatizó.
La secretaria de Estado aseguró que la política pública deberá apoyar a la mujer, cualquiera sea su decisión.
La ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Claudia Pascual, enfatizó que el proyecto de ley que despenaliza el aborto en tres causales no busca imponerles a las mujeres que aborten, sino que apunta a abrirles posibilidades en el marco de sus convicciones.
Éste "es un debate que está en el marco de poder colocarse en el plano de tres situaciones complejas, críticas en la vida de las mujeres, que es estar en un embarazo y que ese embarazo revierta peligro, riesgo vital para la mujer que está embarazada; es tener un feto o un embrión con malformación genética o congénita inviable con vida extrauterina y estar embarazada de un acto de violación, un acto de violencia sexual, por lo tanto contrario a la voluntad de las mujeres o de las niñas o de las adolescentes", explicó Pascual en Lo Que Queda del Día.
"En ese entendido, es poner el debate en el marco de abrir posibilidades y abrir alternativas. No tiene en ningún caso este proyecto la idea de imponerle a ninguna mujer la decisión que tiene que tomar; todo lo contrario, es abrir las posibilidades para que precisamente ella, de acuerdo a sus convicciones – convicciones que son distintas en todas las personas en Chile- pueda resolver", detalló la ministra.
En tal sentido, "aquella mujer que tiene la convicción y que cree férreamente en que puede, quiere seguir y continuar con su embarazo a partir de sus convicciones personales, por credo religioso o las que fueran, la política pública tiene y debe acompañarla y respetar su decisión", destacó la titular del Sernam.
Por el contrario, "aquella mujer que tiene otras convicciones y que enfrentada a estas situaciones -inclusive pudiendo no haberlo pensado previamente- decide que en realidad necesita interrumpir este embarazo, sólo en estas tres circunstancias la política pública también que darle alternativas", agregó Pascual.
"Ése es el marco de la discusión, no es otro. No es imponerle a nadie nada que haga lo que no quiere hacer, es precisamente hacer la diferencia de lo que ocurre hoy día en nuestro país", enfatizó.
La segunda causal y el síndrome de Down
La ministra Pascual también se refirió a aquellos comentarios que ven la segunda causal, de inviabilidad del embrión o feto, una excusa para que se aborte a niños con Síndrome de Down.
"El proyecto habla de la inviabilidad fetal letal, lo que quiere decir – así está redactado- la malformación genética o congénita que es incompatible con la vida extrauterina", resaltó la ministra.
"Las familias que tienen a un niño, una niña o una persona con Síndrome de Down, saben que esa es una trisomía en el gen 21 que no es incompatible con la vida. Es más, la expectativa de las personas con Síndrome de Down es cada vez mayor", añadió.
Las denuncias de violación y la tercera causal
La ministra fustigó además las críticas que apuntan a que la tercera causal, referente a la violación, reducirá las denuncias y permitirá a los abusadores continuar con sus actos.
Pascual insistió en que en esta materia el proyecto no cambia la legislación, y recordó que el Código Penal establece que "cuando una víctima de violación, sea hombre o mujer, es menor de 18 años, hay obligatoriedad de denunciar el delito".
En tanto, "cuando una víctima de violación es mayor de 18 años, sea hombre o mujer, si bien el delito de violación sigue siendo delito, no hay obligatoriedad de denuncia para la víctima", explicó la secretaria de Estado.