La columna de Pelotazo: El campeón de América no le ruega a nadie
Quizás los "no" de Francisco Rodríguez son una invitación a valorar más lo hecho por Miiko Albornoz.
La situación de Francisco Rodríguez es una invitación a reflexionar. Si un jugador que no nació en Chile, y aunque tenga padres o abuelos chilenos, te dice una vez que no quiere jugar por la Roja, es momento de dejarlo tranquilo.
El problema es que con el futbolista de Wolfsburgo fueron dos veces las que se insistió.
Primero en septiembre pasado, cuando Chile debía jugar amistosos con México y Haití. El nacido en Zurich dijo que no por el momento. Ahora, un año después, se repite la historia. Rodríguez, dice que no por el momento.
Todo pasa porque ese sujeto sabe que si decide jugar por una selección adulta, no podrá jugar por ninguna otra. Y en su caso puede hacerlo por Suiza (ahí nació), por España (padre) o por Chile (madre). Por lo pronto defenderá a los helvéticos en la sub 21, situación que no lo inhabilita para tomar una decisión en el futuro. O sea, está indeciso.
Y es esa indecisión la que tiene a la Federación de Fútbol de Chile con la esperanza que se sume en algún momento. Sin embargo, creo que "el nuevo no" es la instancia para bajar los brazos y seguir adelante.
El campeón de América no le puede rogar a nadie para que se sume a sus filas. Miren el caso de Miiko Albornoz. Se le llamó, habiendo nacido en Suecia y habiendo jugado por series menores por los escandinavos, dijo que sí de inmediato. Debutó en enero de 2014 ante Costa Rica y hasta se aprendió el himno para cantarlo previo al encuentro. Como si fuera poco, anotó un gol.
Eso muestra interés y se aplaude. Quizás los "no" de Rodríguez son una invitación a valorar más lo hecho por Albornoz.
Porque aquí el problema no es llamar jugadores que no nacieron en Chile. El problema es querer que se sumen tipos como Mauro Zárate o Rodríguez, que cumpliendo lo anterior, no muestran deseos inmediatos a querer ser parte del proyecto.
Por el momento, la Roja y Jorge Sampaoli tienen preocupaciones más importantes que la indecisión de Rodríguez: pensar cómo el equipo se reordenará ante la ausencia por lesión de Charles Aránguiz. Una baja sensible en el inicio del camino a Rusia 2018.