Julia Baird, hermana de John Lennon: sería un anciano creativo y comprometido
"Si aún estuviera aquí no habría activistas como Bob Geldof ni Bono que valieran. John estaría en la primera línea", imagina.
Tras décadas alejada de los focos y la fama de su hermano, llegó a la conclusión de que "no se puede escapar de los Beatles".
Este año, el icónico músico británico hubiera cumplido 75 años.
Si John Lennon estuviera vivo cumpliría este año 75 y sería un anciano creativo y comprometido con la política, según le imaginan su hermana Julia Baird y otras de las personas que convivieron con el ex-Beatle.
"Si aún estuviera aquí no habría activistas como Bob Geldof ni Bono que valieran. John estaría en la primera línea", afirmó Baird, que cree que su hermano, nacido el 9 de octubre de 1940, habría pasado sus días de madurez "pintando y dibujando, quizás escribiendo poesía".
"Al menos espero que hubiera sido así", subraya esta psicóloga infantil de 68 años, que todavía recuerda a John sentado durante largas horas ante el televisor -"era su forma de desconectar", le justifica- o con la vista perdida en la corriente del río Mersey, en su Liverpool natal.
Coincide con ella May Pang, la que fue novia de Lennon durante un periodo de 18 meses que el músico bautizó más tarde como su "Lost Weekend" (Fin de semana perdido), entre 1973 y 1974.
"Su pasión era quedarse mirando pasar los barcos. Lo hacía por la noche. Yo no fumo y odiaba que él lo hiciera en casa, así que salía al balcón. Allí se sentaba y miraba el río, el agua le calmaba", rememora Pang.
Seguiría igual
"Si estuviera aquí, solo puedo imaginarle del mismo modo que cuando vivía con él. Se pasaría el día escribiendo y disfrutaría de la vida", sostiene su ex, que afirma con orgullo que John pasó a su lado una de las etapas más fértiles de su carrera en solitario y se reunió por primera vez con Paul McCartney y el resto de los Beatles tras la disolución de la banda.
Uno de los amigos habituales en el apartamento de Pang y Lennon en Nueva York era el fotógrafo Bob Gruen, que compartía con Lennon "estilo de vida y sentido del humor", según él mismo reconoce.
"Le conocí en 1971 y acabamos siendo amigos. Yo iba a su casa o el venía a la mía. Pasábamos el rato conversando o viendo la televisión", recuerda Gruen, autor de algunas de las fotografías más reconocibles del músico, cuya figura continúa fascinando a millones de personas 35 años después de morir a balazos frente al edificio Dakota.
El fenómeno fan que inauguraron los Beatles continúa especialmente vivo en Liverpool, donde más de 250.000 personas visitan cada año el Beatles Story, el museo dedicado a la banda, que para celebrar el 75 aniversario del autor de "Give Peace a Chance" ha añadido a su colección el último piano con el que grabó el músico.
No se puede escapar de los Beatles
La fama de su hermano ha perseguido durante gran parte de su vida a Julia Baird, que tras varias décadas alejada de los focos llegó a la conclusión de que "no se puede escapar de los Beatles".
"Durante un tiempo lo intenté, pero es imposible, así que es más fácil aceptarlo y estar dentro", explica Baird, que relata cómo se hizo consciente del giro que iba a dar la vida de toda su familia cuando John regresó a Liverpool tras su primera gira por Estados Unidos, en 1964.
"Cuando volvió a casa nos pasamos toda la noche hablando. "Es una locura", repetía. Fue entonces cuando me di cuenta de que se iba a convertir en un ícono", asegura.
Baird, hija de Julia Lennon -madre del músico- y John Albert Dykins, su segundo esposo, asegura que el ex-Beatle nunca estuvo "asustado" por la fama que se le venía encima.
"Cuando estás dentro del remolino es muy difícil darte cuenta de lo que está ocurriendo fuera. Eso sí, cuando venía a casa decía cosas como "necesito centrarme y ver quién soy después de todo esto'", relata.