"Ocho apellidos vascos", la comedia que se ríe de ETA y los andaluces

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Autor: Cooperativa.cl

Es la película más vista en la historia de España, con 9.5 millones de espectadores.

En entrevista con Cooperativa, su director analizó el filme que debuta este 10 de septiembre en Chile.

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Una díscola chica vasca y un singular andaluz se conocen en Sevilla, chocan, se atraen y pasan una noche juntos. El joven se encanta tanto con ella que decide seguirla a Argoitia, en el nacionalista corazón del País Vasco, con el afán de conquistarla. Las diferencias culturales, la desconfianza entre los pueblos e incluso los atentados de ETA ridiculizados hasta la parodia se suceden en "Ocho Apellidos Vascos", una comedia romántica que, en el fondo, pretende ser mucho más que una liviana e hilarante cinta de amor.

Estrenada en 2014 en España y producida por el canal Telecinco, se convirtió en la cinta más vista de ese país, con 9.5 millones de espectadores. Una historia que, pese a su simplicidad, logró tocar la fibra de los hispanos, que vieron en pantalla grande todas sus diferencias y también similitudes, en una nación donde la identidad regional sigue siendo tema de gran relevancia.

¿Cuáles fueron las razones que hicieron del filme un éxito de esta proporción? En conversación con Cooperativa, su director, el madrileño Emilio Martínez Lázaro, intentó explicarlo.

"Lo primero, no es únicamente porque sea divertida, sino también porque trata en tono de comedia algo que durante muchísimos años ha sido un drama nacional. Han sido los problemas con el país vasco y con la independencia, que gran parte de su población quiere. Esto dio pie al terrorismo grupal, hay muchos muertos entre las dos partes del conflicto. De esto jamás se había hablado desde el punto de vista del público normal, que tiende a relativizar esas diferencias y a reírse también un poco de que son tan distintos los unos de los otros, los vascos de los andaluces o los vascos del resto de los españoles. Yo creo que eso fue el éxito inicial", aseguró.

Pero el verse retratados en la gran pantalla no fue la única razón para el triunfo del filme. Su transversalidad le permitió incluso llegar a un público no esperado ni previsto. "Después pasó algo que ya era mucho más inesperado todavía y es que la película gustaba no a ese público potencial, que ya es un público instruido, que lee la prensa, un público al que le interesan más estos temas, sino también a los niños de 13 años y a las abuelas y todo el mundo iba a ver la película como una especie de acto social. Entonces la película se terminó convirtiendo en un fenómeno, al punto de que si no las has visto eres considerado un ser de otro planeta", indicó Martínez.

Reírse del miedo

Luego de medio siglo de actividad armada y atentados terroristas pro independencia de Euskadi que dejaron casi un millar de muertos (la mayoría de ellos policías), la ETA anunció el cese definitivo al fuego en 2011. Desde entonces los españoles han ido perdiendo poco a poco el miedo a los vascos, aunque todavía queda desconfianza. Mucho de eso se ve en la cinta, además de otras diferencias culturales entre las regiones de España.

"Diferencias hay y muchas, son culturas muy distintas. Generalmente no se suele llegar a una guerra atroz, como sucedió aquí después de la muerte de Franco. Yo creo que el hecho de tratar estas cosas con cierta ligereza y desde mi punto de vista, poniendo las cosas en su sitio, reírnos un poco de las exageraciones, eso es lo que provocó el interés por la película", dice el director, apuntando a que tratar un tema doloroso con humor generó una recepción positiva en el público.

Rostros conocidos

"Ocho Apellidos Vascos" tuvo como otro acierto el incorporar en los papeles principales a dos rostros conocidos para el público general. Una fue Clara Lago, la misma que interpretó a la rebelde "Gin" en el éxito "Tengo Ganas de Ti", junto al galán Mario Casas. El otro, Dani Rovira, un comediante que hasta entonces no había hecho cine y que se llevó todos los elogios con su papel de enamorado inocente y divertido. Positivas críticas recibió también el vasco Karra Elejalde, en el papel del padre de la protagonista. "Dani Rovira era un actor desconocido, de hecho no era ni actor. Era un monologuista, un cómico de stand up y de pronto tuvo un éxito impresionante con esta película. Es un gran actor y un gran cómico. Y lo mismo sucedió con el actor vasco Karra Elejalde, que tuvo un enorme éxito de crítica, a todo nivel", apunta Emilio Martínez. 

- Está trabajando en la secuela, que se llamará "Ocho Apellidos Catalanes" y que debuta en noviembre. ¿Confía en que se repetirá el éxito de la primera película?

- No, es imposible repetir un éxito semejante. Piensa que en España la han visto nueve millones y medio de personas, la cuarta parte de la población. Y creo que con la televisión la va a terminar viendo toda la población española. Pero es imposible que se repita, porque eso pasa una vez en la vida. Pero si creo que la segunda parte tendrá bastante éxito también. La estamos terminando ahora y la película tiene muchas características comunes porque también hay problemas con Cataluña muy serios, sobre todo ahora. También se habla en la película de eso y también se vuelve a hacer el mismo juego, de darle la importancia que tiene de verdad, pero no darle la importancia exagerada que se le da en los medios de comunicación y también por los políticos, porque ambos están interesados en hacer política y hacer noticia con eso.

- ¿Cómo se desarrolla la secuela?

- Son los mismos personajes de la película anterior que ahora enfrentan un nuevo dilema, sumando cosas nuevas como personajes catalanes.

- En septiembre hay elecciones parlamentarias en Cataluña donde los independentistas esperan triunfar. ¿Cómo se insertará su película en ese escenario?

- Si, vamos a estrenar la película cuando esté todo el tema en su mayor auge, pero sin embargo, yo te puedo asegurar desde ya mismo que no va a suceder nada, que todo va a quedar en palabrería y que la película tendrá la razón, es decir, que estas son cosas que se exageran y que no hay tanto fondo como superficie.

- Hay una gran crisis económica en España, ¿cómo afecta eso a la industria del cine?

- Lo afecta muy negativamente como a todas las demás cosas. Pero al cine llega de una manera un poco especial, porque desgraciadamente tenemos un gobierno de la derecha que odia no tanto al cine español como a los que hacemos el cine español, porque sabe que no somos potenciales votantes suyos, lo cual es cierto además, no lo somos. Entonces nos dejan castigados. Se propusieron castigar al cine como industria y lo están consiguiendo.