Juan Carlos Cruz y correos entre Ezzati y Errázuriz: Son una suerte de mafia

El periodista Juan Carlos Cruz, denunciante del caso Karadima, se refirió en Cooperativa a los correos electrónicos entre los sacerdotes Ricardo Ezzati y Francisco Javier Errázuriz en que aparece mencionado, y comentó que "uno sabe que ellos trabajan así, que son una suerte de mafia".

"Estoy como bien impactado y bien triste. (...) El papa me iba a nombrar a la comisión pontificia y estaban súper contentos, porque iba a ser el primer latinoamericano que iba a estar en la comisión del papa, y Errázuriz y Ezzati en un intercambio dicen que 'la serpiente' no puede estar en esa comisión", apuntó en El Primer Café.

Cruz añadió que "uno sabe que ellos trabajan así, que son una suerte de mafia, que a todo el que va contra ellos tratan de ponerle 'la pata' encima, pero es bien shockeante leer de su propio puño y letra la forma cruel en que actúan, que uno jamás imaginaría de un obispo. Me da como harta pena".

El periodista criticó que ambos religiosos "son hombres que se preocupan más de su imagen y no les importa desprestigiar a otros con tal de mantener su imagen de hombres líderes, altos cardenales, príncipes de la Iglesia, lo típico es que defienden a la institución antes que defender a una víctima. Es bien atroz ver como la Iglesia hace lo que quiere".

"Yo no voy a dejar que hombres como Ezzati, Errázuriz, Karadima toquen algo que en todo ser humano es algo absolutamente privado y personal, que es su relación con Dios, porque en el momento que ellos tocan eso te destrozan. Hay miles de sacerdotes buenos que pagan justos por pecadores, hay hasta obispos buenos. Estos obispos malos, estos obispos siniestros, políticos y mafiosos, son los que hacen ruido", añadió.

"A mí me duele tremendamente que esa gente todavía exista, que todavía se salga con la suya y que trate a otros seres humanos de esa forma y que contradigan una cosa que está haciendo el papa", remarcó.

"Esta gente no me va a quebrar"

Cruz fustigó también que "hay mucha gente coludida y mala que se sigue preocupando más de la institución que de lo que verdaderamente ellos, supuestamente, hacen y han entregado su vida para ayudar no sólo a víctimas de abuso sexual, sino que a todos los cristianos que sufren de alguna forma".

"Esta gente no me va a quebrar, yo voy a seguir haciendo lo que he estado haciendo, aunque a veces suene majadero, pero a diario me escriben personas que han vivido lo que yo he vivido, hombres y mujeres de todas las edades, y yo no puedo quedarme callado ante lo que ellos me piden, que no pueden hablar", continuó.

El periodista concluyó que "yo quiero ser una persona que, con cero arrogancia, quiero cambiar la Iglesia desde adentro, porque para mí es importante que mi Iglesia sea transparente y mi Iglesia sea lo que debe ser y no con estos 'pastoruchos' que son políticos y hasta caen en actos criminales".