Unión Europea decidió de repartir 40.000 refugiados en dos años
Vocero dijo que medida "es un importante mensaje político".
Naciones que participen en el mecanismo recibirán cerca de 6.000 euros por cada persona reubicada.
La decisión beneficiará a quienes necesiten protección internacional y que estén en Grecia e Italia entre el 15 de agosto de 2015 y el 16 de septiembre de 2017.
Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) adoptaron formalmente su decisión de julio pasado de reubicar en dos años a 40.000 refugiados llegados a Grecia e Italia, pese a que los compromisos ofrecidos hasta ahora por los países solo alcanzan a 32.256 personas y tendrán que ser revisados en diciembre.
"Estoy encantado de que el Consejo haya sido capaz de adoptar esta decisión. Es un importante mensaje político", aseguró el titular de Inmigración de Luxemburgo, Jean Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea este semestre.
Destacó que "es un importante mensaje político. De hecho, las primeras reubicaciones de personas que necesitan protección internacional pueden comenzar rápidamente".
Al mismo tiempo, los centros de registro y toma de huellas en Italia y Grecia tienen ahora la "necesaria base legal para comenzar a trabajar", señaló Asselborn.
"Ahora que el Consejo está debatiendo una propuesta de reubicación adicional, es muy importante ver que ese primer mecanismo esté establecido y comience a producir efectos", recalcó el ministro luxemburgués.
De la decisión se beneficiarán las personas con clara necesidad de protección internacional que hayan llegado o lleguen a Grecia e Italia entre el 15 de agosto de 2015 y el 16 de septiembre de 2017.
Los veintiocho estados comunitarios ya llegaron a un consenso para reubicar a 40.000 refugiados en el mes de julio, pero solo garantizaron en términos prácticos 32.256 personas.
Los países que participen en el mecanismo recibirán alrededor de 6.000 euros por cada persona reubicada.
La aprobación formal en Consejo de esas primeras normas de reparto también obtuvo el visto bueno del Parlamento Europeo el 9 de septiembre.
Tanto Dinamarca como el Reino Unido se han abstenido de participar en la decisión.