David Cameron ve posible lograr consenso para que Reino Unido ataque Siria
"Es lo que debemos hacer y creo que puede llegar a ser posible", afirmó el primer ministro británico.
Además, anunció que doblará la flota de drones que el ejército de su país tiene dedicados a combatir a los terroristas.
Los aviones no tripulados de la real fuerza aérea británica iniciaron sus ataques en Irak en 2014.
El primer ministro británico, David Cameron, ve posible lograr el consenso necesario en el parlamento para aprobar una extensión a Siria de los ataques contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) que el Reino Unido ya lleva a cabo en Irak.
"Es lo que debemos hacer y creo que puede llegar a ser posible. Hasta entonces, debemos seguir haciendo lo mismo que hasta ahora", afirmó Cameron en una entrevista publicada por The Sunday Telegraph.
Según el diario británico, cerca de medio centenar de diputados laboristas están dispuestos a rebelarse contra su nuevo líder, Jeremy Corbyn, reacio a una acción militar, para alinearse con los conservadores en una eventual votación sobre Siria.
La cámara de los Comunes rechazó en 2013 el plan del primer ministro para bombardear posiciones del régimen de Bachar Al Asad, y Cameron ha subrayado en diversas ocasiones que no volverá a proponer una intervención en Siria hasta que se asegure un amplio apoyo parlamentario.
Cameron anunció además que doblará la flota de drones que el ejército británico tiene dedicados a combatir al EI, que pasará de diez a veinte aparatos.
"La amenaza terrorista es uno de nuestros mayores problemas y combatirla involucra muchas medidas, en términos obviamente de seguridad nacional y de servicios de inteligencia, pero también la necesidad de proveer al ejército con el material y el equipo que necesita", afirmó.
Los aviones no tripulados de la real fuerza aérea británica comenzaron sus ataques en Irak en noviembre de 2014.
El pasado septiembre, Cameron admitió que el ejército envió uno de esos vuelos a Siria en una acción en la que murieron dos yihadistas británicos.
"Es naturalmente el último resorte. Solo debemos hacerlo si no hay ninguna otro camino que tomar", sostuvo el primer ministro.
"Lo que intentamos hacer es impedir que la gente viaje a esas regiones. Confiscamos sus pasaportes y trabajamos con las autoridades locales para detenerles. Tratamos de dar todos los pasos necesarios, pero al final nuestro deber es proteger a los británicos de amenazas terroristas", afirmó.