Un 39 por ciento de los británicos apoya salida de la Unión Europea
En tanto, un 52 por ciento de los británicos votaría por quedarse en el bloque comunitario.
De los que votarían en contra, uno de los temas importantes por el que variaría su voto es la inmigración.
El referéndum que decidirá la continuidad de Reino Unido en la UE está previsto para antes de fines 2017.
El apoyo entre los británicos a la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE) ha caído nueve puntos porcentuales desde junio hasta situarse en el 52 por ciento, según una encuesta divulgada este jueves.
El sondeo de Ipsos Mori indica que el 52 por ciento de los británicos votaría por quedarse en el bloque comunitario en el referéndum previsto para antes de finales de 2017, mientras que un 39 por ciento asegura que se manifestaría a favor de salir de la UE.
Hace cuatro meses, el 61 por ciento de los entrevistados por esta misma empresa apostaba por continuar en la Ue, frente a un 27 por ciento que prefería desvincularse de Bruselas.
De los encuestados que votarían en contra de la permanencia en la UE, un 31 por ciento estaría dispuesto a cambiar de opinión si se restringiera la libertad de movimientos entre los países miembros, mientras que el 28 por ciento votaría por quedarse en Europa si se redujeran los derechos de los inmigrantes a recibir subsidios en el Reino Unido.
Análisis y preparación al referéndum
Al ser consultados sobre cuál creen que será el resultado de la consulta que se ha comprometido a convocar el primer ministro británico, David Cameron, el 62 por ciento de los entrevistados piensa que el Reino Unido continuará formando parte de la Unión y el 30 por ciento considera que abandonará el club comunitario.
El jefe del gobierno británico ha iniciado conversaciones con los principales líderes europeos para acordar una reforma de las relaciones entre Londres y Bruselas, antes de sacar las urnas a la calle.
Ayer, el Banco de Inglaterra entró en el debate sobre la UE al emitir un informe que resalta los beneficios para la economía británica que ha supuesto el mercado común en los últimos años.