Bruselas mantiene alerta máxima y búsqueda de sospechosos se intensifica
Durante este domingo, continúan cerrados el Metro, centros comerciales, cines y museos.
Mientras el gobierno belga aconsejó a la población evitar aglomeraciones, se amplió la búsqueda de extremistas islámicos.
Policías y soldados belgas patrullan las calles ante la amenaza de atentado.
En su segundo día de alerta máxima, Bruselas espera una nueva evaluación por el riesgo a atentados. Asimismo, la policía belga intensificó la búsqueda de al menos dos sospechosos, uno de ellos, Saleh Abdeslam.
La región se encuentra en alerta máxima desde el sábado a primera hora, una situación que prácticamente paralizó los 19 distritos comunales, con el cierre de las líneas de Metro y de casi todos los establecimientos donde se podía producir una afluencia importante de personas, como centros comerciales y deportivos, cines y salas de conciertos.
La evaluación de la segunda jornada de alerta estará en manos del Consejo de Seguridad Nacional, donde participarán el primer ministro belga, Charles Michel y los titulares de Interior, Jan Jambon; Exteriores, Didier Reynders; Justicia, Koen Geens, y Economía, Kris Peeters, junto a autoridades de seguridad belgas.
Jan Jambon, ministro belga de Interior, reconoció el sábado por la noche, mediante una entrevista a la televisión nacional, que la amenaza terrorista en Bélgica no se limita a Salah Abdeslam, en busca y captura internacional por su supuesta implicación en los atentados de París, sino que "es más amplia".
"Por desgracia es una amenaza que es más amplia que su figura, también se basa en otros aspectos, por lo tanto, estamos siguiendo la situación minuto a minuto. Eso no tiene sentido tratar de ocultarlo, hay una amenaza real, pero hacemos todo lo posible día y noche para hacer frente a esta situación", señaló el jefe de cartera.
Mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante su estadía en Kuala Lumpur, aseguró que "la mejor herramienta para vencer al Estado Islámico es decir que no tenemos miedo, creo que es absolutamente vital para todos los países, todos los líderes".
"Enviar una señal de que la crueldad de un puñado de asesinos no detiene el mundo de los negociosos y que París, una de las ciudades más bellas del mundo, atractivas del mundo, no va a ser acobardado por las acciones violentas dementes de unos pocos", sostuvo el mandatario estadounidense.