Rajoy aseguró que intentará formar "un gobierno estable" en España
El jefe del Ejecutivo español dijo que en la nueva etapa será "necesario dialogar mucho y llegar a acuerdos".
El líder del PP proclamó la victoria en las elecciones celebradas este domingo.
Más de 20 millones de españoles participaron de las elecciones generales.
El líder del Partido Popular (PP, centroderecha) y jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, proclamó la victoria en las elecciones celebradas este domingo y aseguró que por ello va a "intentar formar un gobierno estable".
"España necesita seguridad, estabilidad, certidumbre y confianza", afirmó Rajoy en una comparecencia desde el balcón de la sede del PP en el centro de Madrid, en la que destacó que en la nueva etapa será "necesario dialogar mucho y llegar a acuerdos".
El líder del Partido Popular destacó que esta formación política "sigue siendo la primera de España" y agradeció a los más de siete millones de españoles que le votaron, lo que ha supuesto 123 escaños.
Entre los aplausos de sus seguidores congregados ante la sede del PP y entre gritos de "España, España", Rajoy hizo hincapié en que su partido logró "mas de 1,6 millones de votos sobre la segunda fuerza política", en alusión al Partido Socialista (PSOE), que obtuvo 90 diputados, 54 menos con respecto a la elección anterior.
En este contexto, recordó lo que ya había mantenido durante la campaña electoral que "quien gana las elecciones debe intentar formar gobierno", aunque no tenga la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, fijada en 176 escaños de los 350 que forman la Cámara Baja española.
Estos días serán decisivo para saber si habrá presidente de gobierno por medio de los pactos o si se deberá convocar a elecciones.
La incertidumbre y el fin al bipartidismo
La incertidumbre se ha apoderado de la política española tras las elecciones generales que han confirmado el final del monopolio ejercido en el país desde hace tres décadas por los dos grandes partidos, el Partido Popular (centroderecha) y el socialista PSOE.
PP y PSOE seguirán siendo, por ese orden, las dos primeras formaciones en el nuevo Parlamento español, pero a costa de una auténtica sangría de votos y escaños que ha sido aprovechada por dos fuerzas emergentes muy críticas con la "vieja política", el izquierdista Podemos y el centrista Ciudadanos.
A partir de este momento la partida en España no se jugará ya a dos, sino a cuatro, y serán necesarios pactos entre tres o más fuerzas para asegurar la gobernabilidad de un país que se enfrenta a un doble reto: la consolidación del crecimiento económico y el pulso planteado por el independentismo en Cataluña, una de sus regiones más ricas.
La incertidumbre proviene del hecho de que ninguno de los dos grandes partidos ha logrado esta vez una mayoría holgada para gobernar