Después de 35 años, China deja en el pasado la política del hijo único
Desde hoy 100 millones de familias se benefician de la "política de los dos hijos".
Actualmente hay unos 15 millones de nacimientos anuales en China, pero se espera llegar a los 20 millones hacia 2020.
El cambio de política demográfica puede tener consecuencias inmensas en la sociedad.
El Gobierno de China, la nación más poblada del mundo, permite a partir de este viernes 1 de enero a todas las parejas del país tener dos niños y pone con ello fin a 35 años de política del hijo único, con el objetivo de frenar un envejecimiento demográfico que amenazaba con paralizar el desarrollo del país.
La enmienda a la ley de planificación familiar, aprobada el 27 de diciembre y que extiende a todos los matrimonios un permiso para tener dos hijos que ya tenían algunos, entró en vigor con la llegada de 2016, apenas dos meses después de que el 29 de octubre se anunciara este cambio en un plenario del Partido Comunista de China.
El cambio de política demográfica puede tener consecuencias inmensas en una sociedad donde muchos chinos nacidos desde los años 80 no tienen hermanos, especialmente en zonas urbanas (en familias rurales siempre se permitió tener un segundo vástago si el primero era niña), aunque los expertos chinos son cautos en sus previsiones.
"A finales de este año y principios de 2017 comenzarán a verse los primeros cambios, evidentemente va a aumentar el número de bebés, pero no tanto", analizó para EFE el experto Lu Jiehua, del Instituto de Estudios de la Población.
Los futuros padres que se verán beneficiados por la política, precisamente los de la generación del hijo único, "se lo piensan mucho actualmente a la hora de crear una familia, porque es un coste muy grande", subraya el experto sobre un país donde la educación y la sanidad no son gratuitos ni tampoco baratos.
"Entre 2017 y 2019 puede haber un mayor número de nacimientos, pero en cinco años se va a regresar al nivel de ahora, por lo que a partir de 2020 habrá que ver si se amplía la política", vaticinó Lu, en alusión a que quizá entonces se permita ya tener tres o más hijos.
En realidad, la política del hijo único ya se había ido relajando en los últimos años, con muchas excepciones y cuando era permitido por ejemplo desde 2013 que cualquier matrimonio donde uno de los cónyuges no tuviera hermanos pudiera ir "a por la parejita", por lo que el cambio actual sigue una progresión, no es drástico.
En todo caso, el Gobierno chino calcula que desde hoy 100 millones de familias se benefician de la "política de los dos hijos", entre ellos gente como el matrimonio formado por Xu Le y Lin Li, casados el pasado año, ambos con hermanos, y que ahora ya pueden tener dos hijos si lo desean, aunque aún no saben si lo aprovecharán.
"Bueno, antes teníamos dos opciones (no tener hijos o tener uno) y ahora son tres, eso nos da más oportunidades de elección en la vida y es bueno, aunque aún no sabemos qué nos deparará el futuro", señala Lin, intérprete de español de 27 años.
Otros jóvenes chinos tienen más claro que la nueva política no va con ellos, como Xu Dong, un soltero de 30 años que trabaja en una oficina: "No voy a tener dos niños", afirma, aunque admite que en las familias "es bueno que haya dos hijos que puedan comunicarse entre sí, favorece al cultivo de su carácter".
"A mí ahora no me afecta, pero en el futuro quiero tener dos hijos", señala en cambio su amigo Liang Ju, un mensajero de 26 años quien subraya que de esa forma "los niños no se sentirán solos, y la familia tendrá más felicidad".
El experto Xiang Junyong, de la Universidad Popular de Pekín, es muy cauto a la hora de predecir cuántos nacimientos más al año traerá esta política, y lo sitúa en una amplia horquilla "de entre tres y ocho millones más", según dijo a EFE.
Actualmente hay unos 15 millones de nacimientos anuales en China, pero se espera llegar a los 20 millones hacia 2020, una cifra que el país no ha alcanzado nunca desde 1997.
"A corto plazo va a haber un aumento en la población, pero más adelante no va a haber tantos cambios", prevé Xiang, al explicar que muchos de los beneficiados son gente nacida en los 70 que -en el caso femenino, al menos- se encuentra en los últimos años de fertilidad.
La nueva "China de las parejas" entierra 35 años de controvertida política de un sólo hijo lo que no significa que el régimen comunista reniegue de ella.
Pekín defiende que con su aplicación, iniciada en 1979, se ha frenado la superpoblación de un país que ahora tiene casi 1.400 millones de habitantes -más que toda Europa, toda África o toda América- pero sin medidas de limitación demográfica podría sumar 1.700 millones.