Bahrein rompe relaciones diplomáticas con Irán
Dio 48 horas de plazo para que los diplomáticos iraníes abandonen el país.
El anuncio se da después de que Arabia Saudita adoptara el domingo la misma medida.
Tomó esta decisión en respuesta a "la flagrante y peligrosa injerencia" de Irán en los asuntos internos de Bahrein.
El gobierno de Bahrein rompió este lunes las relaciones con Irán y dio 48 horas de plazo para que los diplomáticos iraníes abandonen el país, después de que Arabia Saudita adoptara el domingo la misma medida, informó la agencia oficial bareiní de noticias, BNA.
El gobierno explicó en un comunicado que tomó esta decisión en respuesta a "la flagrante y peligrosa injerencia" de Irán en los asuntos internos de Bahrein y de los demás países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por los seis países árabes de la zona, incluida Arabia Saudí.
Manama denunció los "ataques cobardes" contra la Embajada saudí en Teherán y el consulado de Mashhad (Irán), los cuales son "un reflejo de las políticas sectarias" iraníes respecto a las que "no se puede guardar silencio" y que hay que "enfrentar con toda la fuerza" para "preservar la seguridad y la estabilidad" de la región.
Riad también anunció anoche la ruptura de las relaciones con Irán tras el asalto a sus legaciones diplomáticas el sábado por la noche, dentro de las protestas por la ejecución del clérigo opositor chií Nimr Baqir al Nimr en Arabia Saudita ese mismo día.
El gobierno saudí ha dado un plazo de 48 horas al embajador iraní y el resto del personal diplomático en Riad para abandonar el país, y ha retirado a sus representantes en Irán.
Arabia Saudí responsabilizó al Teherán de los ataques contra sus legaciones y dijo que el "discurso oficial iraní" fue "el instigador" de los mismos.
El pasado mes de octubre, Bahrein retiró a su embajador en Teherán, al tiempo que expulsó al encargado de negocios iraní en Manama, en protesta por la "permanente injerencia iraní en los asuntos internos de Bahrein".
El pequeño país del Golfo, cuya población es mayoritariamente chií, está gobernado por una monarquía suní que ha acusado reiteradamente a Irán de apoyar a la oposición interna en sus demandas de mayor democracia y derechos para los chiíes.