Fraude en el Ejército: Militares y diputados acusan "inexistencia de controles"
Este miércoles se realizó la tercera sesión de la comisión investigadora en la Cámara Baja.
"Sólo había un control contable", pero no de la veracidad de los encargos a los proveedores, resumió el presidente de la instancia.
Los responsables del fraude "utilizaron facturas que a simple vista son reales, pero con datos falsos, con timbres falsos y con firmas falsas", explicó el contralor del Ejército.
La carencia o virtual inexistencia de controles como causa fundamental del multimillonario fraude registrado al interior del Ejército con fondos de la Ley Reservada del Cobre fue una de las conclusiones que emergieron este miércoles, tras la tercera sesión de la comisión investigadora formada en la Cámara de Diputados para indagar las responsabilidades políticas y administrativas del caso.
La instancia recibió hoy al general en retiro Héctor Ureta, ex jefe la División de Mantenimiento de Ejército (entre 2013 y 2014), y al general Rodrigo Carrasco, contralor del Ejército.
Ureta reconoció ante los diputados que el Comando de Apoyo de la Fuerza "carece de cualquier mecanismo de control" que pudiese haber evitado que ocurriera el fraude que involucra miles de facturas falsas por un monto que supera, inicialmente, los 6.600 millones de pesos.
Ureta afirmó que la falla del sistema estuvo dada por que no existe un sistema de control en el CAF ni en su relación con la Dirección de Finanzas y con la Dirección de Proyectos de la institución: "Ese triángulo es el que falla", planteó.
"Todo lo falsificaban"
El general Carrasco explicó, en tanto, que los involucrados en el fraude "hicieron una ficción" respecto a la generación de gastos "y suplantaron a quienes debieron haber hecho este gasto".
Luego, "haciendo uso de sus cargos y de su conocimiento, utilizaron facturas entregadas por cada uno de los proveedores (del Ejército) que, a simple vista son reales, pero con datos falsos, con timbres falsos y con firmas falsas, que fueron integradas al conjunto de las facturas para luego proceder a enviarlas a pago".
"La orden no existía, la falsificaban; todo lo falsificaban haciendo uso de sus cargos y de sus conocimientos", afirmó el contralor castrense.
"Todos los documentos que debieran estar estaban, pero eran falsos", coincidió el general (r) Héctor Ureta.
"Ningún control"
Tras la exposición, el diputado DC Jaime Pilowsky, presidente de la comisión, dijo haber "llegado al convencimiento de que no existían los controles en el órgano que manejaba los fondos de la Ley Reservada en el Ejército", y que "se produjo una maquinación de un grupo que operó libremente sin ningún tipo de fiscalización".
"Tampoco había un control de auditoría respecto de los trabajos que se realizaban o de las facturas, sino que sólo había un control contable", agregó Pilowsky.
El diputado RN Nicolás Monckeberg criticó que se trate de mostrar el fraude como algo "sofisticado" y difícil de detectar, cuando se trata de un "escándalo más burdo, donde se falsificaban facturas y donde no existían controles".
"Si de verdad queremos que esto no se vuelva a repetir, reconozcamos las cosas con franqueza", agregó el ex presidente de la Cámara Baja, quien remarcó que aquí "no había ningún control".
El UDI Gustavo Hasbún apuntó, en tanto, a que es difícil pensar que hubiera un número pequeño de involucrados como los que hoy están presos y procesados: "Tenían un sistema para defraudar al Ejército y todo apunta a que eran más", dijo el parlamentario gremialista.