El patrimonio de Evo Morales aumentó 221 por ciento desde que es presidente
El mandatario declaró ante la Contraloría paceña el equivalente a 293 millones de pesos chilenos.
Defendió su salario, que equivale a 2,2 millones chilenos y a 13 salarios mínimos en su país.
Evo Morales lleva una década en el poder y en las próximas semanas enfrentará un referendo buscando acceder a una nueva reelección.
El patrimonio neto de Evo Morales aumentó en un 221 por ciento durante la última década, desde que asumió como presidente de Bolivia.
Según informó el diario local El Deber, en su última declaración jurada, presentada en octubre, el mandatario declaró ante la Contraloría General del Estado un patrimonio de 2.852.066 bolivianos, equivalentes a 409.779 dólares y a 293 millones de pesos chilenos.
Esta cifra es 221 por ciento más alta que la cifra reportada en 2006, equivalente a unos 127.000 dólares (90 millones de pesos chilenos), cuando ascendió al poder.
El gobernante también declaró en octubre que ya no tiene deudas.
Defensa de su sueldo
En el informe de sus diez años de Gobierno que pronunció hoy ante la Asamblea Legislativa, Morales hizo referencia a su salario, que se sitúa en unos 3.085 dólares (2,2 millones chilenos) y lo comparó con los de los de ex presidentes para mostrar las diferencias.
Dijo que su salario equivale a 13 salarios mínimos nacionales, mientras que el de Hugo Banzer, que tuvo una gestión dictatorial en el período 1971-1978 y otra constitucional entre los años 1997 y 2001, fue igual a 100 salarios mínimos.
Aseguró que el salario del exmandatario Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003) fue igual a 75 salarios mínimos nacionales.
Ante la Asamblea, Morales también dijo que con la reducción de los salarios de funcionarios aprobada en 2006, el Estado ahorró 68,6 millones de dólares durante la década que lleva en el poder.
En un principio, el salario de Morales rondaba los 2.000 dólares y después, según dijo, se vio obligado a subirlo gradualmente presionado por sectores como el de rectores universitarios, ya que por norma ningún funcionario podía ganar más que el presidente.