Alemania volverá a juzgar crímenes de Auschwitz con cuatro nuevos procesos

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Autor: Cooperativa.cl

Los involucrados se desempeñaron en las áreas de guardería, comunicaciones y enfermería del campo de exterminio.

"Estos procesos debían haberse realizado hace cuarenta o cincuenta años", dijo uno de los sobrevivientes.

 EFE

El campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, ubicado en Polonia, es considerado el símbolo por excelencia del Holocausto.

Alemania volverá a juzgar, a partir de mañana jueves, a cuatro antiguos trabajadores de Auschwitz, campo de exterminio nazi montado en la Polonia ocupada, cerca de Cracovia, donde murieron un millón de personas durante el Holocausto; la mayoría de ellos judíos, pero también gitanos, homosexuales, comunistas o religiosos.

El primero en ser juzgado será un hombre de 94 años que deberá responder mañana ante la Audiencia Provincial de Detmold (oeste de Alemania) por la acusación de complicidad en los asesinatos de al menos 170.000 personas en Auschwitz, donde trabajó como guardia entre 1943 y 1944.

La Fiscalía considera que en el período en que el imputado estaba en Auschwitz llegaron cerca de 92 transportes de presos al campo y que el acusado tuvo que estar al tanto de la maquinaria de exterminio que funcionaba en el mismo.

El proceso será seguido por sobrevivientes quienes, según dijeron este miércoles en una conferencia de prensa organizada por la acusación particular, consideran que es importante poder explicar ante un tribunal alemán lo que significó el Holocausto para ellos y sus familias.

"Estos procesos debían haberse realizado hace cuarenta o cincuenta años. Pero no es demasiado tarde para describir lo que ocurrió entonces", dijo Justin Sonder, quien actualmente tiene 90 años y que logró sobrevivir de joven a su cautiverio en Auschwitz.

Los acusados de los otros procesos pendientes son una mujer de 92 años que se encargaba de las comunicaciones por radio, un enfermero y otro guardia.

La persecución a los bajos mandos

Durante las primeras décadas posteriores a la II Guerra Mundial, la persecución penal contra los delitos relacionados con el Holocausto se concentró en los autores materiales o en los casos en los que se podía probar que el acusado había dado órdenes de matar.

El proceso y la condena a cinco años de prisión al ucraniano John Demjanjuk en 2011, por complicidad en 28.000 asesinatos en el campo de Sobibor en el que trabajó como guardia voluntario, representó un giro y dio paso a otros juicios contra cómplices del Holocausto.

El año pasado el nonagenario Oskar Gröning, conocido como "el contador de Auschwitz", fue condenado a cuatro años de cárcel por complicidad en 300.000 casos de asesinato.