Italia mantiene monumentos que recuerdan el régimen de Mussolini
Tanto en Roma como en otras ciudades se levantan edificios y monolitos que rinden tributo al régimen fascista.
Propuestas para eliminar estas construcciones han sido rechazada desde distintos sectores políticos.
Italia optó por cambiar el nombre de muchas de sus calles que hacían referencia al régimen del "Duce", pero ningún gobierno italiano ha generado una normativa que elimine los monumentos.
En Italia subsisten numerosos monumentos con alusiones o inscripciones con el nombre del ex dictador italiano Benito Mussolini, realidad que responde a una carencia de legislación sobre este aspecto de su pasado fascista.
Tras el final de la II Guerra Mundial y la caída del fascismo en Europa, Italia optó por cambiar el nombre de muchas de sus calles que hacían referencia al régimen del "Duce", pero ningún gobierno italiano ha llevado adelante en estos años una normativa que elimine los monumentos, explicaron a EFE fuentes del Ministerio de Cultura de Italia.
En Roma, un ejemplo de estos monumentos es el barrio periférico del Eur, que se construyó para albergar la Exposición Universal de Roma en 1942, aunque finalmente el proyecto no se realizó debido al estallido de la II Guerra Mundial, donde se pueden observar monumentales edificios de mármol blanco en los que se encuentran numerosas referencias al "Duce" y a su Imperio.
En el Palacio de los Oficios -el primer edificio construido en el barrio e inaugurado en 1939- hay en el frontón principal una frase que resume el afán expansionista de Mussolini: "La Tercera Roma se extenderá desde las altas colinas a lo largo de las orillas de río sagrado hasta las playas del Tirreno".
Erigir una Tercera Roma en el mundo era uno de los grandes anhelos de Mussolini, después de la Roma antigua y la Roma cristiana.
El "Duce" también construyó el Foro Mussolini, actualmente llamado Foro Itálico, unas grandes instalaciones capaces de albergar diversas disciplinas deportivas donde un obelisco conmemorativo en su honor en el que se puede leer en caracteres cubitales "Mussolini Dux" y advertir un enorme mosaico con el lema: "Duce, os dedicamos nuestra juventud".
La actual presidenta de la Cámara de los Diputados italiana, Laura Boldrini, causó una gran polémica cuando el pasado año propuso eliminar estas inscripciones, tras lo que recibió críticas de partidos conservadores como Forza Italia, pero también desde el Partido Demócrata (PD), su grupo político y el del primer ministro italiano, Matteo Renzi.
El diputado del PD Stefano Pedica, por ejemplo, se preguntó entonces si "para eliminar la historia fascista de Italia" era necesario "echar abajo el entero barrio del Eur".
"Queremos que se revoque esta ciudadanía honorífica y hemos pensado en la recogida de firmas como instrumento de memoria activa. De esta manera, hemos logrado que se haya abierto el debate sobre esta cuestión", explicó a EFE la vicepresidenta del ISREC, Luciana Bramati.
En Rimini, donde el pasado julio el alcalde Andrea Gnassi solicitó a la Cámara de los Diputados la aprobación de una ley que prohíba a los comercios vender objetos con referencias fascistas, después de descubrir que establecimientos de este municipio vendían a los turistas mecheros, llaveros, carteras e incluso botellas de vino con el rostro de Mussolini.