Segunda versión del festival Womad convocó a 40 mil personas
La jornada de cierre tuvo a artistas de Sudáfrica, Bielorrusia, Brasil y Chile.
Se proyectó próxima edición gratuita y con Peter Gabriel.
La jornada de cierre de Womad 2016 estuvo marcada por una parrilla ecléctica, que tuvo artistas de países de la región como Brasil y México, pero también otros provenientes de latitudes más lejanas como España y Bielorrusia; junto, por supuesto, a los representantes nacionales.
Los chilenos de Latitud Norte abrieron la oferta musical de este domingo y le siguieron la española Mercedes Peón y los mexicanos de Tribu.
La banda local Negros de Harvar fueron los encargados de consolidar la fiesta la tarde de este domingo en la Plaza de La Paz, con su mezcla de sonidos tropicales y hip hop. Una vez fuera del escenario, resaltaron a Cooperativa, que "Womad es un arca de Noé" en referencia a su espíritu y la variedad en la procedencia de los números artísticos.
Acercarse a las raíces
Posteriormente, el reconocido bajista y compositoir nacional Ernesto Holman repletó la carpa que albergaba el Escenario de las Primeras Naciones, para ofrecer un espectáculo que tuvo tanto de rock como de jazz e incluso un saludo a la cultura mapuche, que el músico considera "fundamental" para continuar creando música.
"Es la cosmovisión de nuestra tierra, de la cual profitamos todos los días, y esa cosmovisión viene de la cultura mapuche. Ellos tienen toda la sabiduría y las enseñanzas. Allá tenemos que ir y recabar información, para poder hacer brillar un futuro. Aunque el que se nos viene no es muy bueno por todo lo que está pasando. Hay que acercarse a nuestras raíces para poder desenvolvernos en nuestra tierra", dijo Holman a Cooperativa.
Y junto con ello relevó la importancia de un evento como Womad. "Este es un sueño cumplido. Desde que yo me inicié en la representación de la música de nuestra tierra, nuestros ritmos como chilenos, de las plataformas donde se puede mostrar, de los festivales alrededor del mundo, Womad es uno de ellos. Entonces, ojalá sea el inicio de un proceso de mostrar música, porque Chile tiene que representar sus ritmos".
Comprender el lenguaje universal
A pocos metros, por la calle Monserrat, en el Escenario de la Unión, tuvo lugar un espectáculo que por lo distante de los orígenes de la banda que se presentaba podría esperarse apenas una apreciación respetuosa de lo que ofrecía, pero sucedió eso y más. Los bielorrusos de Troitsa desataron múltiples ovaciones con la presentación de melodías étnicas propias y el despliegue de una hábil ejecución de instrumentos de cuerda y viento combinadas con la voz.
Más tarde, la atención volvió a Chile con Gondwana en el Escenario de La Paz. Una de las presentaciones que sin duda convocó a más público durante el día, audiencia que no se quedó corta en niños, sus padres y adultos mayores, bailando al ritmo del reggae.
Esta fue una más de las presentaciones con que Gondwana está celebrando 30 años de trayectoria.
Luego, los sudafricanos de The Soil fueron el penúltimo número en la agenda, quienes dieron pie a un espectáculo que recorrió su cultura en clave de soul a capella. El impresionante despliegue vocal ofrecido por el trío logró emocionar al público y vino a ser el broche de oro para cerrar su visita a Chile, después de que los mismos cantantes se dieron cita en distintos escenarios, para escuchar antentamente a otros músicos a través del festival.
Al bajarse del escenario, Ntsika Ngxanga, uno de los integrantes, compartió su emoción comentando a Cooperativa que "la audiencia era increíble. Su corazón fue muy cálido con nosotros. El clima también nos acompañó. y llegaron personas por montones".
"Una vez que habíamos terminado nuestra presentación, gritaban 'otro, otro, otro', querían más. Es impresionante saber que la gente entiende el lenguaje de la música. Quizás no comprenden el idioma en que hablas, pero sí la lengua universal que es la música. En caso de que hagan otro festival Womad el próximo año, por favor llámenos", concluyó Ngxanga.
"Vender Coca-Cola en la Unión Soviética"
La conclusión de Womad 2016 vino de la mano de Tom Zé, músico brasileño que tiene una basta trayectoria de más de cinco décadas, en torno al cultivo del folk, lo experimental y la música del mundo.
Fue una actuación de una hora y media, como si hubiese sido cronometrada, y que estuvo marcada por las motivas palabras que tuvo el carioca para el lugar donde se presentaba.
"Nadie puede subirse a este escenario sin emocionarse al recordar las personas que están aquí enterradas y que fueron fundamentales para lograr la democracia en Chile: Violeta Parra, Víctor Jara y Salvador Allende", dijo Zé a un público que alabó cada una de sus composiciones.
A la hora de las evaluaciones, el anfitrión del evento, el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, comentó que, "después de Womad, podemos decir que los que estuvieron aquí son mucho más interculturales que antes de que llegaran. Seguramente tienen menos prejuicios"
"Hemos visto grupos de todas partes del mundo, son 25 artistas de 17 países. Multiplicando por 1,5 la cantidad de público que vino el año pasado, a pesar de que traer Womad es como vender Coca-Cola en la Unión Soviética en los tiempos de la Guerra Fría. Es traer algo de lo que ni siquiera se tiene alguna sensación. A alguna gente le presentas los artistas y no los han escuchado nunca, aunque son artistas de talla mundial".
"Hoy día dimos un salto importante para lo que es la consolidación de Womad Chile en Recoleta", finalizó Jadue.
Los responsables del festival Womad ahora proyectan una tercera versión gratuita y con Peter Gabriel, el fundador del evento, en la parrilla para 2017.