Papa Francisco llamó a religiosos mexicanos a "no ser funcionarios de Dios"
En su cuarto día en el país azteca, Jorge Bergoglio alertó sobre las "tentaciones" de "la indiferencia y la resignación".
Señaló que éstas son algunas de las "armas preferidas del demonio".
De visita en el estado de Michoacán, uno de los más violentos de México, Francisco habló contra los "ambientes dominados por la corrupción, el tráfico de drogas y el desprecio por la dignidad de la persona".
El papa Francisco celebró este martes una misa ante 20 mil religiosos y seminaristas en la ciudad del Morelia, capital del estado mexicano de Michoacán (uno de los más violentos del país), y los llamó a no ser "funcionarios" de lo divino ni "empleados de Dios".
En el evento -que se se celebró en el Estadio Venustiano Carranza en el marco de la cuarta jornada de la visita del papa en México- el pontífice exhortó a los presentes a no caer en la tentación del "inmovilismo" y la "resignación".
"No somos ni queremos ser funcionarios de lo divino, no somos ni queremos ser nunca empleados de Dios, porque somos invitados a participar de su vida, somos invitados a introducirnos en su corazón, un corazón que reza y vive diciendo", manifestó el papa.
Jorge Bergoglio advirtió que las tentaciones pueden surgir de muchos lugares, especialmente en "ambientes dominados por la violencia, la corrupción, el tráfico de drogas, el desprecio por la dignidad de la persona, la indiferencia ante el sufrimiento y la precariedad".
"Frente a esta realidad nos puede ganar una de las armas preferidas del demonio: la resignación; una resignación que nos paraliza y nos impide no sólo caminar, sino también hacer camino, arriesgar y transformar", filosofó.
El prelado argentino recordó que siempre ha invitado a los sacerdotes a salir a la calle y a acercarse a los fieles, no atrincherse en las "sacristías y aparentes seguridades".
"Evangelizar no es motivo de gloria sino de necesidad", sentenció citando al apóstol Pablo,
En honor a los pueblos indígenas del estado de Michoacán, algunas partes de la liturgia se celebraron en lengua purépecha.