Mariana Loyola: Si Chile se cree tan avanzado, "Rara" debería ser para todo espectador

La película chilena "Rara" debutó el pasado fin de semana en el Festival de Cine de Berlín, con una positiva reacción de parte del público. Alrededor de 700 personas, entre ellas niños y jóvenes de ocho a 14 años, aplaudieron la historia del quiebre de una familia contada desde la perspectiva de una de las hijas, la cual está inspirada en el caso de la jueza Karen Atala, la abogada que demandó al Estado chileno ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por discriminación, una vez que la Corte Suprema chilena le negó la tuición de sus 3 hijas producto de su convivencia con una pareja homosexual.

El suceso causó alto revuelo mediático, pero la directora Pepa San Martín ahora buscó abordarlo desde otra perspectiva: explorando la mirada de una adolescente, que debe lidiar con su propio desarrollo como persona, al mismo tiempo que ve cómo sus padres se separan.

El paso por la Berlinale de la película sin duda ha sido un triunfo. Conversando con Cooperativa desde la capital alemana, Mariana Loyola, una de las protagonistas, comentó que "cuando se cierra un proceso hay una emoción doble y estrenar acá en Berlín, a sala llena, ha sido tremendamente gratificante".

La actriz no había visto el último corte de la película, por lo que la exhibición del fin de semana tuvo un poderoso significado. La cinta, explicó Loyola, "tiene una emocionalidad muy inteligente. Podría haber sido como de abogados, de gente adulta; no más oscura, pero más densa. Y lo que hicieron las guionistas (la misma directora y Alicia Scherson), es trabajarla de un punto de vista muy particular, que es la mirada de una niña".

"Es lindo ver que acá en Alemania, la homosexualidad o las familias homoparentales no sea un tema (...) El asunto es por qué a las niñas las separan de su mamá y se preguntaban por qué esto es así, por qué pasa esto tan triste en Chile".

Y Loyola da ejemplos de la experiencia: "ningún niño nos preguntó '¿por qué una pareja homosexual?', nos preguntaban '¿por qué no hay un final feliz? ¿por qué Cata usa anteojos?'. Puras preguntas de una simpleza e inocencia particular".

"Es lindo ver cómo la educación acá es tan diferente a la que tenemos nosotros, que está tanto más evolucionada. No sólo en el sentido de los derechos y la igualdad, sino que de los públicos que hay en los cines, que están llenos de gente de todas las edades. La gente está muy ávida de ver cine", añadió la actriz.

La aprobación para la película ha sido generalizada en Alemania, tiene funciones agotadas en el certamen y también cosechó positivos comentarios de parte de la crítica especializada, como The Hollywood Reporter que apuntó que era "de visión aguda y espíritu tierno".

Educar hijos sin prejuicios

El equipo de "Rara" está gozando de un hito, pero a la vez recalcan lo atrasada que está la sociedad chilena, frente a las temáticas que la película aborda. Incluso a pesar de tener ejemplos como el de Karen Atala, para abrir nuevas corrientes de pensamiento.

Mariana Loyola sostuvo que "independiente de que hayan o no leyes y se esté trabajando para que exista matrimonio igualitario, somos un país muy clasista, racista, tradicionalista; conservadurista, diría yo. Tenemos aún la Constitución de Pinochet".

Y continuó subrayando que "las leyes parten de ahí, pero en las casas somos los papás y las mamás, quienes tenemos que educar a nuestros hijos sin esos prejuicios".

"Si Chile se considera un país que realmente está avanzando en estos temas, que la película tenga calificación para todo espectador sería un excelente signo. Porque no tiene escenas violentas, ni nada explícito sexual. Es muy tierna, muy dulce. Ahí se podría valorizar y partir de las artes, viendo que este tema sea abierto y lo discutamos todos", concluyó.

La actriz también manifestó que le gustaría que la película fuera vista por colegios y que el Estado subsidiara funciones para llevar "Rara" a los estudiantes.

Escucha la entrevista completa a Mariana Loyola, por la película "Rara", que por estos días se presenta en la Berlinale 2016: