Papa Francisco cierra visita a México en la tristemente célebre Ciudad Juárez
La urbe cobró renombre internacional debido a la brutalidad de las bandas de narcotráfico y los cientos de asesinatos de mujeres.
El pontífice visitará una cárcel y al anochecer será despedido por el presidente Enrique Peña Nieto.
El pontífice arribó la noche del viernes a México y hoy culmina su extensa visita.
El papa Francisco cumplirá este miércoles en la fronteriza Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, la última jornada de su visita a México, iniciada el 12 de febrero, en la que convivirá con reos y trabajadores, y oficiará una misa con migrantes.
Ciudad Juárez ha luchado en años recientes por dejar atrás una historia de sangre y muerte para asumirse como una urbe pujante. No obstante, continúa firme el recuerdo de las centenares de mujeres asesinadas y desaparecidas, la pugna de los cárteles de la droga y masacres que la convirtieron en la ciudad más violenta de México, con una media de ocho asesinatos diarios.
En 2010 se registraron 3.100 asesinatos relacionados con el narcotráfico y ese mismo año había en sus calles más de 9.000 hombres armados de las bandas criminales que peleaban por el control de la ciudad, según las autoridades mexicanas.
La historia de esta urbe fronteriza se tiñó de sangre a partir de que en 1993 se desató una ola de asesinatos de mujeres que hasta 2014 había dejado un saldo de 450 muertas y cientos más desaparecidas.
Después de la tragedia de Salvárcar, en enero de 2011, en la que 15 jóvenes fueron asesinados en una fiesta, el Gobierno comenzó una campaña para cambiar las condiciones de esta urbe de 1,3 millones de habitantes.
El combate de la corrupción policiaca fue una de las 160 acciones que el Gobierno puso en marcha en temas de economía, empleo, salud, educación y desarrollo social para reconstruir el tejido social y la convivencia entre los habitantes.
Agenda intensa
La jornada del pontífice comenzará con una visita al Centro de Readaptación Social Estatal 3, una cárcel mixta en la que celebrará una eucaristía. En esa prisión le esperan 600 reclusos hombres, 100 mujeres, 250 familiares de internos, 50 miembros de la pastoral penitenciaria y 50 más de la fiscalía responsable de las penitenciarías de Chihuahua.
El papa tiene previsto trasladarse después al Colegio de Bachilleres para tener un encuentro con 3.650 personas, en su mayoría empleados de las maquiladoras (empresas manufactureras), una industria que ofrece trabajo a unas 270.000 personas en esa población.
Posteriormente tiene programada una misa en un antiguo recinto ferial, a la que se espera la asistencia de miles de migrantes y representantes de otros grupos vulnerables, como familiares de desaparecidos o de víctimas de femicidios, los asesinatos de mujeres que hicieron mundialmente famosa a Ciudad Juárez las dos últimas décadas.
"Orará por los que han muerto"
Antes de dicha celebración, Francisco rezará frente al Río Bravo, que divide a México y Estados Unidos, a los pies de una cruz y acompañado de unos viejos zapatos y sandalias que simbolizan el drama de la migración.
"Habrá un reclinatorio, se hincará, orará por aquellos migrantes que han muerto, por aquellos que están en Estados Unidos o están en la cárcel o están sufriendo las redadas, por todo lo que sufren los centroamericanos en México", afirmó a periodistas en el lugar el padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez.
El pontífice "hará un momento del reflexión, se parará, dejará una ofrenda" y todo el tiempo permanecerá "rodeado de muchos zapatos, huaraches (sandalias) que los migrantes dejan aquí, bajará y se irá a celebrar la santa misa", añadió el sacerdote.
"Una de las cosas que le voy a pedir al papa es que siga abogando, en la medida de sus posibilidades para que se lleve a cabo una reforma migratoria y que siga rezando por tantos migrantes con historias tristes" indicó Noel Díaz, fundador del canal católico El Sembrador.
Después de la misa Francisco será partícipe de una ceremonia de despedida a las (22:00 horas de Chile) en el aeropuerto internacional de Ciudad Juárez, con la presencia del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, tras la cual volará de regreso a Roma.