Padres de "Los 43" pidieron al papa "un gesto de amor y compasión"
Los familiares le enviaron una carta donde le pidieron escuchar "el dolor y la esperanza".
Jorge Bergoglio visitó esta semana México donde no se reunió con las familias de los jóvenes desaparecidos.
En su regreso a bordo de un avión a Roma comentó que no recibió a los afectados debido a que hubo muchas peticiones de grupos que estaban "contrapuestos" y con "luchas internas".
Los padres de los 43 estudiantes mexicanos de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 pidieron en su carta remitida al papa Francisco y que le hicieron llegar a través de un grupo de jesuitas que escuchara "el dolor y la esperanza que todavía (los) mantiene unidos y en búsqueda".
De acuerdo a fragmentos del escrito publicados este viernes por Reforma, los padres pidieron, en su carta fechada el 13 de febrero, un "gesto de amor", que sería "sin duda un gesto de compasión hacia todas las víctimas de nuestro México lacerado".
"Esperamos de usted, padre Francisco, una palabra de aliento y de esperanza, que nos impulse a seguir soportando este dolor y a no desfallecer en la búsqueda de nuestros queridos hijos, así como en la exigencia de justicia", escribieron.
La carta le fue entregada a Francisco el pasado domingo en la Nunciatura Apostólica. El principal objetivo del escrito era reunirse con el papa en nombre de diferentes víctimas que pueblan el país, algo que finalmente no sucedió.
Además, los padres dijeron ser conscientes de que no son las únicas víctimas que solicitaron reunirse con el pontífice, pero confiaban en que él reconocería en ellos "el sufrimiento de muchos y muchas que esperan justicia en el país".
Según reportan medios mexicanos, entre las vícitmas que también remitieron mensajes al pontífice se encuentra José Manuel Mireles Valverde, líder de autodefensas del estado de Michoacán encarcelado desde 2014, acusado del delito de portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
Mireles pidió al papa Francisco a través de una carta "que interceda por nosotros ante los gobernantes de la nación para pedir clemencia, pedir amnistía o una justa impartición de justicia, que sea realmente pronta, imparcial y expedita para que se nos otorgue la libertad".
Migración y violencia
Por su parte, un grupo de asociaciones civiles de Ciudad Juárez, localizada en la frontera norte con Estados Unidos y donde estuvo el papa en su último día del viaje a México, entregaron una carta expresando los malestares sociales en este punto crucial de migración y violencia en el país.
"Queremos decirte Francisco, que pese a lo que te digan políticos y empresarios, esta es una ciudad lacerada por la violencia, la muerte y el dolor de víctimas y familiares", señala el texto.
"La ausencia de justicia -prosigue la carta- va profundizando las heridas de una ciudadanía que es sistemáticamente ignorada por sus gobernantes y que mediante discursos buscan maquillar la realidad tal y como lo han hecho con las calles y fachadas por donde pasarás en tu recorrido".
Concluyeron diciendo que "la verdad es que Juárez sigue abandonada, a merced de la avaricia e indolencia de sus autoridades".
Ciudad Juárez es una de las ciudades más violentas del mundo donde se contabilizan más de 10 mil casos de víctimas femeninas desde los años 90, con más del 80 % en la impunidad. En lo que va de 2016 se contabilizan 90 desapariciones de mujeres.
De retorno a Roma y en el avión papal, el papa Francisco dijo a un grupo de periodistas que no se reunió con los familiares de los 43 porque hubo muchas peticiones de grupos que además estaban "contrapuestos" y con "luchas internas", algo que negó el abogado de los padres, Vidulfo Rosales.