Oposición brasileña espera retomar este mes el proceso político contra Rousseff
"La crisis se agrava y el país no puede seguir esperando", dijo un vocero opositor.
Organizaciones de la sociedad civil convocaron a protestas para el próximo domingo.
El trámite con miras a un juicio que pudiera llevar a la destitución de Rousseff llegó a comenzar en la Cámara de Diputados en diciembre pasado.
El trámite para el posible juicio político contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, puede ser reanudado este mismo mes, afirmaron este miércoles fuentes de la oposición que confían en que las protestas del próximo domingo empujen el proceso.
"Hay que resolver esa cuestión, porque la crisis se agrava y el país no puede seguir esperando", afirmó un representante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la principal fuerza opositora del país, que respalda las protestas convocadas por organizaciones de la sociedad civil el próximo domingo.
"Las manifestaciones del domingo enviarán un mensaje muy claro a toda la clase política", agregó el vocero, que no quiso ser identificado, en relación a las expectativas de la oposición de que unos tres millones de personas salgan a las calles de más de 300 ciudades del país.
El trámite con miras a un juicio que pudiera llevar a la destitución de Rousseff llegó a comenzar en la Cámara de Diputados en diciembre pasado, pero fue suspendido por una decisión de la Corte Suprema, que detectó "errores de procedimiento" en el proceso.
La posible influencia de las manifestaciones del próximo domingo también fue comentada por el presidente del PSDB, el senador Aécio Neves, quien declaró que esas protestas "pueden ser un inductor muy importante para buscar, en beneficio de todos los brasileños, una salida al 'impasse' en que este Gobierno mantiene al país".
Según Neves, los recurrentes escándalos de corrupción que "cada día se acercan más al Palacio presidencial" y el agravamiento de la crisis económica "obligan a buscar una salida".
En las últimas semanas, las investigaciones en torno a la grave corrupción en la estatal Petrobras se han aproximado al Gobierno y alcanzaron también al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, antecesor y padrino político de Rousseff y líder del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la mandataria, y que fue llevado a una comisaría para prestar declaración el pasado viernes.