Italia legalizó las uniones homosexuales y se puso "al mismo nivel que Europa"
El Congreso aprobó la ley impulsada por el Gobierno de Matteo Renzi, a la que se opusieron los partidos conservadores y la Iglesia Católica.
"Es un día de fiesta", dijo el oficialismo.
La ley generó un intenso debate y en su versión final suprimió el derecho a la adopción.
Italia dio este miércoles un histórico paso y aprobó la ley que validad las uniones entre personas del mismo sexo, normativa impulsada por el Gobierno de Matteo Renzi y autorizada tras meses de debates parlamentarios.
La ley fue aprobada en la Cámara de los Diputados por 372 votos favorables, 51 contrarios y 99 abstenciones.
Renzi había dicho durante los últimos meses que sacar adelante esta ley era uno de los pilares fundamentales de su mandato y hoy, antes de la votación, sostuvo que Italia se preparaba para celebrar un "día de fiesta". Esa misma expresión utilizó a su salida de la Cámara Baja la ministra para las Reformas Constitucionales , Maria Elena Boschi, quien había acudido a la Cámara con un lazo con la bandera gay.
"Estamos muy contentos, es un día de fiesta para todos los italianos. (...) Hemos dado una respuesta después de años no sólo en relación a los derechos sino a los sueños y espectativas de tantas personas", declaró.
"Finalmente Italia podrá tener una ley sobre las uniones civiles. Más derechos y más serenidad para quienes se aman. Ahora estamos al mismo nivel que Europa", comentó en Twitter la ministra de Defensa, Roberta Pinotti.
Finalmente l'Italia potrà avere una legge sulle #unionicivili! Più diritti e più serenità per chi si ama. Ora siamo al passo con l'Europa.
— Roberta Pinotti (@robertapinotti) 11 de mayo de 2016
En julio del año pasado Italia fue condenada por el Tribunal de Estrasburgo por no respetar el Convenio Europeo de Derechos Humanos al carecer de una normativa al respecto.
Pero la aprobación no solo fue celebrada por el Gobierno, sino también por defensores de los derechos del colectivo LGBT que se habían congregado a las puertas de la Cámara Baja.
No todo es celebración
La ley, sin embargo, no cuenta con el favor de toda Italia. Es más, generó un intenso debate y dividió a la sociedad entre los defensores y los detractores de los derechos de los homosexuales.
La ley ha contado con la oposición de los partidos más conservadores, de la Iglesia católica y de los defensores de la familia, que incluso organizaron una gran manifestación en enero en el Circo Massimo de Roma.
El proyecto contemplaba inicialmente el derecho de la pareja a adoptar el hijo natural de su compañero sentimental. Sin embargo, este punto fue el que mayor polémica suscitó entre quienes defendían que los homosexuales debían contar con los mismos derechos que las parejas heterosexuales y entre los que sostenían que era necesario proteger al niño y evitar fomentar el vientre de alquiler.
El PD de Renzi, por sí solo, no contaba con apoyos suficientes como para sacar adelante en el Senado el proyecto tal y como había sido redactado inicialmente, por lo que se suprimió el derecho de los gays a adoptar.
El triunfo de Renzi es, por tanto, un triunfo edulcorado, consignó la agencia EFE, pues Italia incluirá en su ordenamiento jurídico una ley que no es estrictamente la que hubiera querido para el país el que fuera alcalde de Florencia.
Entre los que están en contra de la ley se encuentra el líder de la ultraderechista y xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini, que llamó a la rebelión de los alcaldes de los ayuntamientos en los que gobierna su formación para que se nieguen a registrar estas uniones.
El llamado no fue compartido por la líder de la formación conservadora Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que precisamente es la apuesta de Salvini para la alcaldía de Roma en las elecciones del próximo junio.
"Si soy alcaldesa, respetaré la ley aunque no celebre personalmente las uniones civiles", dijo Meloni, tras las palabras de Salvini.