Ronan Farrow cargó de nuevo contra su padre por abusar de su hermana
Aprovechó que Woody Allen inauguraba Cannes con su nueva película.
El realizador neoyorquino presentó "Café Society" en Cannes.
Aprovechando que Woody Allen inauguraba el Festival de Cannes con su nueva película, su hijo Ronan Farrow cargó de nuevo contra él por los supuestos abusos cometidos contra su hermana Dylan y denunció el silencio de la prensa ante estos hechos.
"Mi padre, Woody Allen, y el peligro de las preguntas no preguntadas" es el título de la columna de Farrow publicada en The Hollywood Reporter, al mismo tiempo que el realizador neoyorquino presentaba "Café Society" en Cannes.
Ronan Farrow recuerda la historia de su hermana -quien acusó abusos del cineasta cuando tenía siete años-, el hecho de que él tampoco la apoyó como debería haberlo hecho cuando la historia salió a la luz.
"Inicialmente, le rogué a mi hermana que no hiciera su historia pública y que evitara hablar con la prensa sobre ello. Me avergüenzo de eso, también (...) Incluso ahora, vacilé antes de aceptar la invitación de The Hollywood Reporter para escribir esta columna, sabiendo que podría desencadenar otra ronda de difamación contra mi hermana, mi madre o contra mí mismo", afirma el joven.
Pero, agrega, "cuando Dylan explicó su agonía en medio de una ola de poderosas voces que no tomaban en serio sus alegaciones, con la prensa deseando que la echaran a un lado y los temores que ella tenía por las chicas jóvenes potencialmente expuestas a un depredador, supe que tenía razón".
Farrow resalta que la impunidad de actos como los que sufrió su hermana está acabando tanto a nivel legal como en los medios, pero no es suficiente, asegura.
"Esta noche, el Festival de Cannes arranca con una nueva película de Woody Allen. Habrá conferencias de prensa y una alfombra roja por la que pasaran mi padre y su esposa (mi hermana). Tendrá sus estrellas a su lado -Kristen Stewart, Blake Lively, Steve Carell, Jesse Eisenberg-. Pueden confiar en que la prensa no les va a hacer las preguntas difíciles. No es el momento, no es el lugar".
Ese silencio, agrega, "no es simplemente incorrecto". "Es peligroso" porque "se envía un mensaje a las víctimas de que no vale la pena la angustia de seguir adelante. Se envía un mensaje acerca de lo que somos como sociedad, lo que vamos a pasar por alto, que vamos a ignorar, qué importa y qué no".