Juan Carlos Cruz adelantó próximo cambio de obispos en Chile
El periodista, denunciante del caso Karadima, dio cuenta de un momento de fuertes "disputas de poder" en el clero.
Citando "fuentes fidedignas", aseguró que Fernando Chomalí y Cristián Contreras están en la "pelea interna" por suceder a Ricardo Ezzati.
Cruz dijo que en El Vaticano se comenta que el cardenal Ricardo Ezzati dejará el próximo año el Arzobispado de Santiago.
El periodista Juan Carlos Cruz, uno de los principales denunciantes del caso Karadima, afirmó este jueves en Cooperativa que dentro de los próximos meses se producirá un amplio movimiento de reemplazo de obispos y arzobispos en distintas zonas de Chile.
En conversación con Una Nueva Mañana Cruz señaló que durante una reciente visita a Roma, en la que pudo conversar con "fuentes bastante fidedignas" de sacerdotes y obispos en El Vaticano, le aseguraron "que vienen hartos cambios de obispos en Chile".
Éstos incluyen la salida del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien se encuentra próximo a cumplir 75 años, edad máxima para ejercer su cargo, y a quien el denunciante califica como un "cardenal nefasto", a quien "nadie quiere".
"En la sede arzobispal más preciada, que es la de Santiago, Ezzati renuncia el próximo año y el candidato en el que más se piensa es Fernando Chomalí, el (actual) arzobispo de Concepción, que es un tipo muy bueno", consideró Cruz.
De acuerdo con las versiones, también "tiene muchos adeptos en Roma y hace un lobby increíble el obispo de Melipilla, Cristián Contreras (Villarroel)", quien tiene como ventajas el estar en "una diócesis cercana" y que, además, "quiere ser arzobispo de Santiago, entonces hay una pelea interna".
El cambio de obispos incluiría también la renuncia de Alejandro Goic, el obispo de Rancagua, hoy de 76 años, quien sería reemplazado por "un cura de la (misma) diócesis".
En tanto, "al obispo de San Bernardo, el (miembro del) Opus (Dei), (Juan Ignacio) González, lo quieren mandar de arzobispo de Antofagasta para que pueda meterse en una arquidiócesis y ya no en una diócesis chiquitita, y el Opus pueda estar ahí", señaló Cruz.
"Los buenos no llegan a ninguna parte"
El profesional opinó que todo este esquema da cuenta de "un enroque, una cosa que es más de lo mismo: unas disputas de poder y un apernamiento al poder impresionantes".
En contraste "los curas buenos, los choros, los que nos ayudan a caminar y a ser verdaderamente discípulos de Jesús -como se dicen los católicos y católicas- son los que no llegan a ninguna parte, pero no importa, porque igual tú los puedes seguir, estar con ellos y seguir peleando", reflexionó.