Máquina expendedora entrega libros en lugar de dulces o bebidas para promover la lectura
La innovadora iniciativa se lleva a cabo en la Ciudad de México.
Se pueden encontrar clásicos de la literatura entre 500 y 1500 pesos chilenos.
Por ahora, la expendedora solo acepta monedas y tiene lugar para 160 libros y 25 autores.
Al alcance de unas monedas y de la misma manera en que se adquiere una bebida, galletas o golosinas, una persona hambrienta de lectura puede comprar un libro de autores clásicos en una máquina expendedora en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La máquina, de segundo uso y adaptada para el tamaño de los textos, opera con el mismo sistema de las expendedoras comerciales: la persona introduce monedas, selecciona el código con el título y obtiene su libro a un módico precio, que van de 15 a 40 pesos (aproximadamente, entre 500 y 1500 pesos chilenos).
El proyecto Expendedora de Letras, Lectura sin Pretextos "es una iniciativa cultural de la asociación civil Amigos de la Letra Impresa (ALIAC) y es una de nuestras alternativas para el fomento a la lectura", dijo a Efe Víctor Manuel Torres Pineda, representante legal de la agrupación.
El principal objetivo del proyecto "es hacer disponibles libros" a las personas, sobre todo aquellas que no tienen sencillo el acceso a la lectura.
Clásicos de la literatura universal y mexicana
"Nos dimos a la tarea de hacer útil una máquina que regularmente se usa para vender otro tipo de productos, la adaptamos para que expenda libros", contó Torres Pineda.
Entre los títulos que ofrece la máquina, clásicos ya sea de la literatura universal o la mexicana, están "La metamorfosis", de Franz Kafka; "Veinte poemas de amor", de Pablo Neruda; "La Casa de Bernarda Alba", de Federico García Lorca, y "Alicia en el país de las maravillas", de Lewis Carroll, entre otros.
Se trata de una "prueba piloto" que ofrece libros de la editorial Nueva Época por su bajo costo, aunque la organización ya está en conversaciones con otras editoriales a fin de que ofrezcan la misma ventaja o donen libros para mantener el proyecto "al alcance de la personas y conservar el precio".
"El costo de los libros facilita que las personas se interesen por algún título", dijo Torres Pineda, quien contó que por el momento la máquina se ubica en la sede de la asociación, en la calle de República de El Salvador 60, en el centro histórico.
Planes de expansión
Sin embargo, ya hay planes de expansión en lo que resta del año, pues la máquina está "llamando la atención" no solo de sus visitantes, quienes compran y sugieren títulos y autores, sino de las propias instituciones locales y federales que les han pedido máquinas para sus sedes.
"Estamos cerca de cerrar algunos convenios, ya conversamos con la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía)", las secretarías de Cultura y Desarrollo Social, así como la Cámara de Diputados, entre otras instituciones, comentó.
En total, la asociación cuenta con 15 peticiones, tres de las cuales esperan atender en lo que resta del año, ya que requieren de una inversión de 25.000 pesos (cerca de 900 mil pesos) para la compra de la máquina y las adaptaciones, sin contemplar los libros.
"Son máquinas que sus dueños las han tenido arrumbadas o que cuentan con un desperfecto y esas las vamos aprovechar, pero si algún interesado cree necesario tener una máquina nueva, lo hacemos", apuntó.
El representante contó que una cafetería de la zona también les pidió una máquina para ofrecerle un plus a sus clientes y esperan concretar ese acuerdo.
La adaptación que le hacen a las máquinas tiene que ver directamente con el tamaño de los libros y la disposición de espacio en la bandeja de salida. Por ahora, la expendedora solo acepta monedas y tiene lugar para 160 libros y 25 autores.
La máquina se ubicará por un periodo de entre tres y seis meses en la sede de la agrupación, pero luego visitará otras asociaciones civiles del centro histórico y de otras zonas de la capital mexicana.