Continúa "la fiebre 'Pokémon GO'": Hombre renunció a su trabajo para jugar todo el día
Tom Currie ya ha "capturado" a 90 de las 150 criaturas del popular videojuego.
"Necesitaba una aventura", comentó el joven neozelandés.
Si días anteriores nos enterábamos con sorpresa que el fenómeno de "Pokemón GO" provocaba una estampida en Nueva York, el descubrimiento de una infidelidad e, incluso, el encuentro de un cadáver, el popular videojuego no para de entregar noticias bizarras.
La fiebre es tal, que ahora un joven ciudadano neozelandés renunció a su trabajo "para poder jugar todo el día".
En una entrevista con The Guardian, Tom Currie comentó que su meta es capturar a las 150 criaturas del juego de Nintendo. Por el momento, lleva 90. Y para capturarlas, dejó su trabajo y por dos meses vivirá en función de capturar Pokemon.
"Pokémon Go" se juega en calles, parques, playas y otros lugares del mundo real, que aparecen reflejados en la pantalla del jugador y donde se ocultan los personajes ficticios.
El juego utiliza el sistema de posicionamiento global del smartphone del usuario, así como su reloj, para detectar dónde y cuándo está el jugador en la vida real y dentro del juego, para hacer "aparecer" un personaje de Pokémon cerca de él, que se ve en la pantalla del teléfono, para que el usuario pueda "atraparlo".
A medida que el jugador se mueve, dependiendo del lugar y la hora, aparecen más y más variados tipos de personajes de Pokémon. Esta unión de juego en la realidad física y la virtual es lo que se conoce como "realidad aumentada".
"Necesitaba una aventura"
Así se explica el particular "viaje" de Currie, que ha despertado un profundo interés en su país, incluso, diversas empresas de transporte se han acercado a él para llevarlo a remotos lugares de Nueva Zelanda para capturar a los Pokemón más raros.
"Necesitaba tener una aventura. Llevo seis años trabajando y necesitaba un respiro. Y Pokémon me ha dado la oportunidad de alcanzar ese sueño", comentó.
"Creo que la experiencia más excitante hasta ahora ocurrió en Sumner, Christchurch, que se ha convertido en un punto muy popular para los cazadores Pokémon", narró el joven.
"Había alrededor de 100 personas capturando Pokémon allí y algunas de estas personas por lo general están encerradas en sus casas y son muy solitarias. Capturar Pokémon está haciendo que salgan al mundo real. Era un ambiente muy ajetreado y cuando alguien veía un Pokémon extraño, comenzaba a gritar para alertar a todos", finalizó su relato.