Papa Francisco visitará Auschwitz-Birkenau sin realizar discursos
El pontífice arribará al campo de exterminio nazi el próximo 29 de julio.
A diferencia de sus antecesores, en el lugar guardará silencio.
El papa argentino ha adelantado que pretende presentarse en el lugar "sin discursos, sin gente, solamente los pocos necesarios", para "que el Señor me dé la gracia de llorar".
Al igual que sus dos predecesores, el papa Francisco visitará el próximo 29 de julio los campos de exterminio nazi de Auschwitz y Birkenau, pero, al contrario de ellos, tras la sentida homilía del polaco Wojtyla y la criticada alocución del alemán Ratzinger, el pontífice argentino guardará silencio.
Durante el vuelo de regreso del viaje a Armenia el pasado 26 de junio, el papa había indicado su deseo de acudir "a ese lugar de horror sin discursos, sin gente, solamente los pocos necesarios" para "que el Señor me dé la gracia de llorar".
Francisco, un papa argentino que no vivió la II Guerra Mundial, ha preferido guardar silencio, a diferencia de los discursos pronunciados en este lugar por dos papas, que conocieron bien los horrores que se perpetraron durante el conflicto.
Karol Wojtyla entró como papa en Auschwitz el 7 de junio de 1979, un lugar que ya había visitado como arzobispo de Cracovia, para celebrar una misa "en el lugar donde ha sido pisoteada de modo tan horrendo la dignidad humana".
El itinerario
En silencio, Francisco cruzará la puerta de Auschwitz, donde murieron 1,1 millones entre judíos, gitanos, homosexuales, y prisioneros de hasta veinte nacionalidades.
Visitará los lugares en los que se recuerda a San Maximiliano Kolbe, el sacerdote polaco que murió allí al ofrecerse a cambio de un padre de familia que había sido elegido entre las diez personas condenadas a muerte cuando alguien intentaba fugarse.
El papa argentino se recogerá en oración en el llamado bloque 11, donde se encontraban las celdas subterráneas donde se encerraban a los prisioneros para que murieran de hambre y sed.
Frente al muro donde fueron fusilados miles de judíos, Francisco encontrará a 10 sobrevivientes de Auschwitz, entre ellos una mujer de 101 años, que en estos días acoge en su casa a un joven llegado a Polonia para la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud).
Después se trasladará hasta el campo de Birkenau, el "Auschwitz 2", construido a unos tres kilómetros de distancia para que Hitler llevara acabo la llamada "solución final" con la que pretendía exterminar a todos los judíos.
Allí pasará delante del monumento que conmemora las víctimas de cada nación que murieron en este campo y se detendrán ante las lápidas de mármol con inscripciones en los 23 idiomas de los prisioneros.
Encontrará a 25 "Justos de las Naciones", como se denominan a aquellos que se esforzaron por detener el Holocausto y salvar a los judíos mientras un rabino entonará el salmo 130, el De profundis.
Las únicas palabras ese día serán las que el papa dejará escritas en el libro de Honor del campo.