Los testimonios judiciales sobre el ataque a Nabila Rifo
El diario La Tercera publicó detalles del expediente, que incluyen las declaraciones de los protagonistas.
"Él estaba curado. Yo también estaba con trago. El empezó a gritar", relató la mujer de 28 años sobre la discusión que tuvo con su pareja, Mauricio Ortega.
Éste afirma que luego de la pelea se fue a dormir y niega haberla agredido.
Nabila confirmó que fue Ortega quien la atacó, y que durante un tiempo dudó sobre "decir la verdad", para protegerlo.
Este domingo se conocieron nuevos antecedentes de lo que sucedió la noche previa al ataque a Nabila Riffo, la mujer de 28 años que fue encontrada en plena vía pública sin sus ojos y brutalmente golpeada el 14 de mayo pasado, en la ciudad de Coyhaique.
La información es parte de la declaración que entregó la víctima el miércoles ante la Fiscalía, a que tuvo acceso el cuerpo de "Reportajes" de La Tercera, y de los relatos que aportaron testigos.
Según los antecedentes, el 13 de mayo Rifo tuvo un último almuerzo con su pareja de seis años, Mauricio Ortega, de 41. Posteriormente, cerca de las 19:00 horas, el hombre compró unas cervezas e invitó amigos, un primo y a su padrastro a su casa.
"Cuando llegué a la casa de mi primo, estaban todos entonados", relató Gonzalo Bahamonde (31) quien llegó pasada la medianoche a la vivienda junto a su amiga, Alejandra Castro.
"Empezó una mala onda"
Rifo relató cómo continuó la noche: "Cuando terminaron de comer se quedaron todos compartiendo en el living. Yo también. Mis hijos, los dos más chicos estaban durmiendo y los dos más grandes estaban jugando Play en el segundo piso. Como a la una o dos de la madrugada bailamos y en eso empezó una mala onda entre Mauricio y yo".
Según Bahamonde, la tensión comenzó cuando un amigo de Ortega pidió cambiar la música y poner cueca, lo que -según el testimonio de los asistentes- provocó la molestia de Rifo, quien le respondió de forma violenta.
"Ella con trago era muy sin respeto. Incluso, mientras bailaba se levantó la polera y mostró sus senos, a lo que no di mucha importancia", declaró Ortega.
Esto, según Castro, "provocó la molestia de Mauricio, quien textualmente le dijo: 'Ahora sí que la hiciste'".
"El ambiente se notaba bastante denso, pero hasta que yo me fui no había violencia", afirmó Alejandra Castro, quien se retiró cerca de las 04:30 horas junto a otro de los asistentes.
"Mauricio se descontroló"
La discusión fue subiendo de tono y dos de los cuatro hijos de Rifo se comunicaron con su abuela materna, Noelia Ruiz, y con sus tías -hermanas de Nabila- Carolina y Katherine Rifo para pedirles que los fueran a buscar.
Según recordó Juan Mendoza, asistente y desabollador en el taller mecánico que tiene Ortega, la discusión era porque Rifo le enrostró a su pareja que la había engañado con el dinero de un auto, mientras que éste le respondía que era una "malagradecida", pues el refrigerador estaba lleno gracias a él.
"Mauricio se descontroló, debiendo intervenir Gonzalo Bahamonde, quien lo tuvo que tomar de los brazos para que no agrediera a Nadia", afirmó Mendoza.
Mientras que Rifo relató: "Él (Ortega) estaba curado. Yo también estaba con trago. El empezó a gritar: 'Esta mierda nunca se conforma con nada', empezó a romper los vasos y trataba de pegarme, mientras Juanito y su primo lo agarraban de los brazos. Él con todo quería pegarme. Esto pasaba en el living".
Según los peritajes, Rifo tenía 2,3 grados de alcohol en su sangre.
Cerca de las 05:30 horas habría llegado Katherine Rifo a buscar a los niños: "Cuando iba saliendo, mi cuñado rompía diferentes objetos del inmueble, enojado porque en ese momento quería golpear a mi hermana".
Ortega afirma haberse ido a dormir
Una vez que se fueron los niños, según relató Ortega, él se fue a dormir y no volvió a saber de Nabila. "Yo creo que salió y en eso alguien la tomó y le hizo eso. A lo mejor mis vecinos o alguien del Tucán, que es un lugar nocturno".
Sin embargo, Rifo aseguró que la discusión continuó: "Salí arrancando de la casa, salí con lo que tenía puesto. Vi que Mauricio, alegando medio curado estaba en el patio (...). Creo que las llaves del auto -las mismas que se encontraron a su lado tras el ataque- estaban colgadas. No las recuerdo, pero yo no las tenía, porque yo no sé manejar".
Posteriormente, afirmó la mujer, su pareja le propinó golpes de puño y patadas, hasta que recibió un golpe en la cabeza y ya no recuerda nada más.
El único testigo
C.J.Q.M., un menor de 17 años, es, hasta ahora, el único testigo presencial del ataque y quien alertó a Carabineros luego de escuchar los gritos de la mujer.
"Pensé que estaba ebria. Al aumentar la intensidad de los gritos, mi amiga me dijo que observara", relató.
Al acercarse a la escena, vio un charco de sangre y a la mujer sin sus ojos: "Me asusté mucho. Al ver la imagen quise ayudarla, pero me causó mucho impacto, razón por la cual yo corrí hacia mi casa", declaró.
"No me prostituí ni ejercí el comercio sexual"
Su versión de lo que sucedió aquella noche junto con otros episodios de violencia del que fue víctima fue entregado por Rifo ante el Ministerio Público, donde aseguró: "Esto lo empecé a recordar cuando llegué a Coyhaique. Cuando estaba en Santiago soñaba cosas. Como que mi mente divagaba, y para recordar todo esto me ha servido hablar con los psicólogos. Es primera vez que relato esto y primera vez que se me toma declaración".
La mujer contó además que dejó el colegio en octavo básico porque su papá falleció y debió cuidar a sus dos hermanas para que su madre saliera a trabajar.
"A los 22 años entré a trabajar al restorán Bohemia, que queda en el barrio Las Lengas. Creo que trabajé como tres años. A veces manejaba la caja o si no atendiendo mesas, levantando vasos, lavando y limpiando el piso. En ese local trabajaba por 120 mil pesos y, además, ganaba las propinas de los clientes. Yo en el Bohemia no me prostituí ni ejercí el comercio sexual", aclaró, negando así la versión de la defensa que aseguró que Rifo fue agredida por estar involucrada en trata de blancas.
"No quería decir la verdad"
"Esto parece una película de terror", señaló a La Tercera Jorge Ortega, primo de Mauricio, quien cree en la inocencia de éste, asegurando que hay inconsistencias en el relato de Nabila, puesto que la mujer lo llamó para decirle que no se preocupara, porque Mauricio no era culpable, versión que es desmentida por Rifo.
Jorge insiste en que se debe profundizar en un informe del Servicio Médico Legal que encontró material genético de dos hombres distintos al del sospechoso en el recto de la víctima.
"Hay que hacerse una pregunta: si Mauricio Ortega es el autor, ¿por qué no hay material biológico de él involucrado?", cuestionó Jorge, mientras que el fiscal Pedro Salgado responde "la vida privada de Nabila no es una línea de investigación".
Por contraparte, Rifo, en su única declaración, reconoció que pensó en proteger a su pareja y que "no quería decir la verdad".
"Pero cuando llegué a Coyhaique y ya estuve en mi casa, estar con mis hijos, mi mamá y ver todo el sufrimiento, decidí decir la verdad", explicó.