Asociación de Magistrados: No podemos legitimar la barbarie ni el ajusticiamiento popular

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Autor: Cooperativa.cl

Eduardo Gallardo se refirió a la legítima defensa, a propósito del padre e hijo que mataron a un delincuente tras sufrir un portonazo.

En Lo que Queda del Día aseveró que "la legítima defensa supone la racionalidad del medio empleado para defenderse".

 UNO

El padre e hijo que mataron a un asaltante tras sufrir un portonazo quedaron en prisión preventiva, acusados por el delito de homicidio simple.

El vocero de la Asociación Nacional de Magistrados, Eduardo Gallardo, explicó lo que significa la legítima defensa, a propósito del caso en el que víctimas de un portonazo -padre e hijo- capturaron y dieron muerte a uno de los asaltantes, situación que ha generado diversas reacciones tanto de apoyo como de rechazo a la prisión preventiva que decretó el tribunal para estas dos personas.

En conversación con Lo que Queda del Día, el vocero de los jueces aseveró que no se puede legitimar la barbarie y el ajusticiamiento popular como si fuera una legítima defensa.

"En un Estado de Derecho no puede haber espacio para la barbarie, no podemos legitimar en una democracia la justicia privada o el ajusticiamiento popular, porque en ese contexto llegamos a un punto donde los ciudadanos, las víctimas, nosotros mismos, juzgamos, condenamos y ejecutamos la pena y eso es incompatible con una sociedad civilizada", sostuvo Eduardo Gallardo.

El magistrado profundizó en el significado de la defensa legítima, asegurando que esta corre ante una agresión o un robo inminente o que se esté produciendo.

"La legítima defensa supone que la agresión sea actual o inminente, es decir, que se esté produciendo o que esté a punto de producirse. Una vez que la agresión o que el hecho ya se verificó, a usted le robaron la billetera y el delincuente sale arrancando, uste sale del ámbito de la legítima defensa", explicó.

Además, detalló que esta defensa ante un ataque también debe tener una racionalidad, es decir, no puede haber agresiones más allá.

"En segundo término, la legítima defensa supone la racionalidad del medio empleado para defenderse. Cuando tiene una persona detenida, reducida en el suelo, usted no está en condiciones legítimamente de golpearla hasta darle la muerte: eso es un simple homicidio, no tiene ninguna relación con el ejercicio legítimo que tenemos los ciudadanos a defendernos frente a una agresión", recalcó Gallardo, en alusión al caso del padre e hijo registrado en San Bernardo.