Fiscal turco ordenó arresto de Hakan Sükür por vínculos golpistas
Al ex goleador se le acusa de estar relacionado con el predicador Fethullah Gülen.
Un fiscal emitió una orden de arresto contra Hakan Sükür, ex diputado y una de las leyendas del fútbol turco, por su vinculación con el predicador Fethullah Gülen, al que Ankara acusa del intento de golpe de Estado del 15 de julio, informó el diario Sabah.
Hakan Sükür vive con su familia en Estados Unidos desde diciembre pasado, por lo que se ha emitido una orden internacional pidiendo su detención y entrega a Turquía.
Se le acusa de "ser miembro de una organización terrorista armada", en referencia a la cofradía de Gülen.
También se ha decretado orden de búsqueda y captura contra el padre de Hakan, Sermet Sükür, empresario del sector de la construcción, al no hallarlo la Policía en su domicilio.
Los vínculos de Hakan Sükür con la cofradía son conocidos desde la ruptura en otoño de 2013 entre el movimiento gülenista y el partido gubernamental, el islamista AKP, hasta entonces firmes aliados.
Sükür, que era diputado del AKP desde junio de 2011, dimitió del partido, aunque no de su escaño, en diciembre de 2013 en protesta por la decisión del Gobierno de cerrar las academias educativas asociadas al movimiento de Gülen.
El ex deportista reiteró entonces su fidelidad a "Hizmet" (nombre de la cofradía) y describió a sus integrantes como "gente sincera que apoyaba al Gobierno en todo lo que les parecía bueno para el pueblo", incluido la captación y el apoyo a votantes del AKP.
Sükür denunció en su cuenta en Twitter el golpe fallido del 15 de julio y calificó a los golpistas de "traidores" y "canallas que disparan contra su propio pueblo".
Pese a ello, sus vínculos con la cofradía han causado indignación entre los seguidores de su antiguo equipo, Galatasaray, que han pedido expulsarlo del club.
Hakan Sükür ostenta entre sus méritos como futbolista ser el máximo goleador histórico de la liga turca, con 249 goles, y de la selección nacional, con la que anotó 51 dianas.
También marcó el gol más rápido de la historia de los mundiales, tras 11 segundos en un partido, en la Copa del Mundo de 2002.