Actriz porno: "Acá los hombres me tratan con respeto, pero en la vida real no tanto"
Jade estudió moda y diseño, pero desde el año pasado se gana la vida en el cine para adultos.
En un documental de la BBC explica cómo tomó esta decisión.
Jade: Why I Chose Porn ("Jade: por qué escogí el porno") es el nombre de un documental de la BBC que cuenta la historia de vida de una joven común y corriente y sus inicios en la industria del cine para adultos.
"Mis amigos me llaman Jade, pero mis seguidores en Twitter me conocen como Carly Rae", parte su relato a la BBC la joven mujer de 23 años.
Jade, una joven común y corriente de la ciudad de Manchester estudió diseño de moda en la universidad. "Quería ser diseñadora de moda y tener mi propia marca, o trabajar para un diseñador importante", recuerda.
"Pero si hoy quisiera un trabajo como ese, tendría primero que ser becaria y no cobrar durante un año (...) No me lo puedo permitir. Tengo que pagar la renta", se lamenta.
Con el porno Jade hoy gana US$1.500 (casi un millón de pesos chilenos) por un fin de semana rodando realidad virtual en Barcelona o US$800 (poco más de 500 mil) por 14 horas de trabajo en Praga.
No sólo dinero
Si bien el dinero fue un factor importante para su ingreso en el porno, también lo fue su historia de vida y su –falta de- autoestima. La joven confesó haber sido víctima de abuso sexual y sufrió algunos problemas psicológicos antes de entrar a la industria.
Su primera mala experiencia de ese tipo la tuvo a los 16, cuando un hombre la atacó en un vestuario "Estaba sola, y recuerdo perfectamente cómo entró y me miró. Había algo en su rostro que me hizo saber de inmediato que estaba en aprietos", explica.
"Me arrancó la camiseta y se abalanzó sobre mis pechos", cuenta con horror. "Cuando terminó, me tiró al suelo. No me violó, no fue tan extremo. Pero lo que me hizo fue algo en lo que pensé a diario en los siguientes seis años", contó.
Jade confesó que la falta de amistades y otras malas experiencias la hizo sumergirse en una profunda depresión, "pasaba todo el día llorando", contó.
"Pero cuando empecé en esto la gente empezó a decirme que era bella, que quería conocerme (...) todo cambió para mejor: el porno me quitó mi coraza y me dio confianza; empecé a creer en mí misma como nunca antes", reflexionó.
Interés desde pequeña
Jade confesó que desde su adolescencia, el porno le llamó la atención. Desde los 13 años, confesó, veía películas para adultos.
"Fue una fascinación de la infancia, por lo que lo mantuve en el fondo de mi mente. Siempre pensé que llegaría un día en el que me dedicaría a ello", confesó.
Ya en la universidad y como una manera de tener recursos se animó a vender fotografías y videos suyos a una web porno.
Al tiempo, el sitio le propuso hacer una película "de verdad". "Les contesté que claro, que me encantaría, que sonaba genial", dice. "Lo sentí totalmente natural".
No todo es tan bonito
"Los hombres (en el porno) me tratan con respeto. Pero los de la vida real no tanto", confiesa.
Y si bien está contenta en la industria y no se arrepiente de su decisión, sí reconoce que hay cosas que le molestan.
Respecto a lo físico, menciona los penes de 30 o 35 centímetros: "Mi cuerpo no está hecho para las cosas grandes de este mundo".
Por otro lado, le incomodan las escenas para las que le piden que se vista de colegiala. "Es un fetiche muy extendido, pero hay que tener claro que en la realidad quienes llevan esos uniformes son unas niñas", subraya.
También tiene sus reservas con las escenas de violencia y sumisión. "Para mí rodarlas no es un problema. Me gusta esa actitud dominante del hombre en las películas. Es el jefe y tienes que hacer lo que quiere. Es divertido", reconoce.
"Pero siempre habrá un idiota ahí fuera que vea la película pornográfica, llegue a casa y golpee a su novia porque cree que debe ser así", finaliza.