Investigan tres clínicas dominicanas por presunto tráfico de órganos
Los centros de salud fueron clausurados por las autoridades para realizar las pesquisas.
Las indagaciones comenzaron tras una denuncia que involucraba a los trabajadores de los recintos.
El hallazgo del cadáver de una niña de 10 años sin varios de sus órganos sacudió a la población.
Las autoridades judiciales y sanitarias dominicanas que investigan tres clínicas de la capital, clausuradas en las últimas horas, por presunto tráfico de órganos, anunciaron que tras concluir las pesquisas disponen la reapertura de estos centros, informaron fuentes oficiales.
Los allanamientos, que comenzaron en la noche del miércoles, trajeron consigo que el Ministerio Público y el de Salud Pública, interrogaran a personal y directivos de las clínicas Centro Médico Integral I, II y III de Santo Domingo este.
A través de su cuenta oficial en Twitter la Procuraduría General de la nación escribió: "Las investigaciones que realiza el Ministerio Público a través de la Fiscalía de Santo Domingo a varias instalaciones del Grupo de Clínica Integral, ha culminado".
"En ese sentido, por parte del Ministerio Público, queda sin efecto el cierre momentáneo de los recintos de dicho grupo que fueron intervenidos", añaden.
Por último explica que cuando el "debido proceso de la investigación así lo permita, se ofrecerán las informaciones al respecto".
De acuerdo a fuentes judiciales, las requisas están relacionadas, presuntamente, con el hallazgo en el oeste de Santo Domingo, del cadáver de una niña sin varios órganos, que podría pertenecer a la desaparecida Carla Masiel Cabrera Reyes, de 10 años. Un caso que sacudió a la opinión pública dominicana hace un año.
Uno de los supuestos autores de la desaparición de la niña, y que colabora con las autoridades para esclarecer los hechos, acompañó la semana pasada a los investigadores a unos terrenos al oeste de Santo Domingo donde fueron encontrados unos restos óseos que aseguró pertenecían a la menor.
Afirmó que Carla fue secuestrada para traficar con sus órganos e involucró en el proceso a una clínica del este de Santo Domingo.
Una semana después de esta declaración las autoridades, que se habían mantenido en silencio, procedieron a allanar y posteriormente clausurar las tres clínicas, muy conocidas en el oriente de la capital dominicana.