Postulación al Oscar reaviva discusión política en Brasil
Elección de "Pequeno Segredo" como representante para los galardones detonó polémica entre cineastas.
El filme favorito, "Aquarius", se convirtió en el símbolo de la oposición cultural contra el gobierno del presidente Michel Temer.
El mundo de la cultura mantiene una fuerte enemistad con Temer, luego de que decidiera eliminar esa cartera.
La elección de "Pequeno Segredo" como representante de Brasil en los Oscar levantó polémica entre algunos directores brasileños, que avivaron la discusión política entorno a la gran pantalla y tejieron una relación entre un "golpe" legislativo y cinematográfico.
"Pequeno Segredo" (Pequeño secreto) fue elegida como representante frente a la favorita "Aquarius", una polémica cinta que se ha convertido en el símbolo de la oposición cultural contra el Gobierno del presidente Michel Temer.
El largometraje, nominado a la Palma de Oro en Cannes, captó la atención del mundo cuando en la alfombra roja del festival francés el director, Kleber Mendonça Filho, y los actores denunciaron a través de carteles "un golpe de Estado" en Brasil.
Insatisfecho con la postulación brasileña para el Oscar, Mendonça Filho echó manos de las redes sociales desde Toronto y atribuyó el "destierro" de su obra a la "realidad política de Brasil".
"Es posible que la decisión de la comisión esté totalmente en sintonía con la realidad política de Brasil, es decir, es coherente y ya esperada", afirmó el también director de "O som ao redor".
Su colega, la brasileña Anna Muylaert elevó más el tono y sugirió que, con la elección de "Pequeno Segredo", se produjo un "golpe" cinematográfico, similar al que, a su juicio, apartó del escenario político a la ahora ex presidenta Dilma Rousseff.
"Estamos viviendo bajo el amparo de un golpe nacional, ¿por qué debería de ser diferente con el cine?", subrayó Muylaert, creadora de la película "Que horas ela volta?", precandidata a los Oscar de este año, en los que no consiguió nominación.
La película dirigida por Muylaert también fue apadrinada por la izquierda y por la propia Dilma Rousseff, quien en uno de sus últimos discursos antes de ser suspendida apeló por un "futuro con más Jessicas presidentas", en referencia al personaje principal de la cinta.
La directora ha elogiado en diversas ocasiones el papel desempeñado por el Partido de los Trabajadores (PT) en la lucha por la inclusión social y ha criticado duramente a Temer.
"¿Qué esperar del futuro? ¿Que los amigos de Temer sean de ahora en adelante los grandes autores del cine brasileño, independientemente de su calidad o representatividad al público? La respuesta es triste y es: probablemente sí", sostiene en un mensaje publicado a través de Facebook.
El mundo de la cultura mantiene una fuerte enemistad con Temer, especialmente después de que el presidente decidiera eliminar esa cartera el mismo día en el que asumió la presidencia de manera interina.
La elección de "Pequeno Segredo", basada en hechos reales protagonizados por una familia brasileña que recorrió el mundo navegando, tensó todavía más la cuerda y avivó las críticas del mundo de la cultura hacia el Gobierno de Temer.